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Unos 26 obispos y arzobispos cobran “jubilaciones divinas”

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Un informe afirma que el beneficio fue otorgado por una ley sancionada en 1977 y firmada por el represor Videla.

BUENOS AIRES– En Argentina, 26 obispos y arzobispos retirados cobran jubilaciones de privilegio, aun sin haber hecho aportes en toda su vida. Son, por así decirlo, “jubilaciones divinas”, que están sustentadas íntegramente por el Estado nacional y se otorgan con exclusividad a la máxima jerarquía de la Iglesia Católica, generando un gasto mensual de 287.560 pesos. Es decir, 3.450.720 pesos al año que deben pagar con sus impuestos todos los argentinos. Los creyentes y los no creyentes. Incluso, los que pertenecen a otros cultos religiosos, según informó el diario Tiempo Argentino.

El beneficio fue otorgado por la última dictadura militar. La ley que lo estableció fue sancionada en 1977 y lleva la rúbrica del ex presidente de facto y genocida Jorge Rafael Videla. A diferencia de lo que sucedió con otras leyes, que fueron modificadas o derogadas, esta norma aún se mantiene intacta.

A 28 años del retorno de la democracia, la Iglesia Católica nunca perdió este privilegio, incluso cuando el propio Congreso de la Nación lo echó por tierra en 2002. Ese año, el Poder Legislativo derogó todos los regímenes jubilatorios especiales, pero el entonces presidente interino, Eduardo Duhalde, vetó parcialmente la disposición del Parlamento, con lo que el beneficio para los eclesiásticos, junto a otros, continuó vigente.

La Ley 21.540, sobre la Asignación a determinados dignatarios pertenecientes al Culto Católico Apostólico Romano, fue sancionada el 25 de febrero de 1977. A través de ella, se dispuso que arzobispos y obispos retirados gozaran “de una asignación mensual y vitalicia equivalente al 70% de la remuneración fijada al cargo de juez nacional de Primera Instancia”.

Además, se determinó que este dinero fuese otorgado a los prelados que acreditaran “75 años de edad o incapacidad” y que la remuneración sería “móvil”, con lo que, a cada aumento del sueldo básico de los magistrados, también se produce, automáticamente, un incremento en las jubilaciones de la jerarquía eclesiástica.

El universo de quienes están habilitados a percibir este privilegio se compone de 27 obispos y 7 arzobispos eméritos –es decir, retirados–, lo que arroja un total de 34 casos.

Sin embargo, algunos de ellos decidieron no recibir esta asignación especial, como sucede con Paulino Reale, ex obispo de Venado Tuerto y ex sacerdote de Luján de Cuyo, Mendoza, quien explicó: “No tramité el beneficio porque me acostumbré a vivir con poco. Los que lo cobran, bueno, es una decisión personal. Tiene que ver con cómo y dónde quieren vivir”.

El mismo camino siguieron los arzobispos eméritos Estanislao Karlic, de Paraná, y Eduardo Mirás, de Rosario.

Quienes sí accedieron a este privilegio forman, según informó la Secretaría de Culto de la Nación, un total de 26 religiosos: 21 obispos y 5 arzobispos. Siguiendo la medida del 70% del salario de un juez nacional de Primera Instancia –quien en la actualidad cobra exactamente un básico de 15.805,94 pesos–, cada uno de los prelados que se acogieron a este ventajoso régimen percibe $11.060 al mes, lo que equivale a ocho jubilaciones mínimas.

Dicho de otra forma: un solo “jubilado divino” cobra lo mismo que ocho comunes. Y si se suman los 26 casos confirmados por la Secretaría de Culto, los casi 3,5 millones de pesos que las arcas públicas deben erogar al año para este fin equivalen a 12.500 asignaciones universales por hijo o a 2.400 jubilaciones mínimas.

(Fuente: Diario Uno)