Ayer por la mañana unos 15 trabajadores de aproximadamente 20 que actualmente trabajan en el estacionamiento controlado de este departamento, se manifestaron en la explanada municipal pidiendo que se aclare su situación laboral. Pidieron la otorgación de un seguro laboral.
La cantidad de tarjeteros que hace unos meses comenzó a trabajar en las calles de Tunuyán se redujo drásticamente al día de hoy. La integración a un plan de inclusión laboral, no muy claro, donde no existen muchas garantías para los trabajadores –entre ellos la falta de seguro- sería el contexto que perjudica a los tarjeteros.
“Hay dos pedidos de informes, uno del radicalismo y otro del FPV donde se piden detalles de cuál es la figura en la que se desenvuelven estos trabajadores y qué responsabilidades y alcances afectan a la comuna con estos trabajadores ya que están incluidos en un programa municipal”, señaló el edil de la UCR en Tunuyán, Paulo González.
El concejal aseguró que, desde lo económico, los trabajadores expresaron que es difícil de sostener y que además se ven desprovistos de garantías: “Si a alguno lo atropellan, queda con alguna secuela o en el peor de los casos muere, ¿quién se hace responsable? ¿La comuna? ¿Cómo?”, manifestó.
La precariedad en la que se desenvuelven los trabajadores, a raíz de la poca claridad del Plan de Inserción Laboral municipal en el que están integrados, podrían desatar diversos conflictos que se convertirían en un problema legal para el municipio por poseer un decreto avalado por la misma comuna.
Poco rentable y seguro
La cantidad de personas que decidió trabajar en el control de los vehículos que estacionan en el centro departamental se redujo de 40 a 20, aproximadamente. Una de las razones de la merma sería la poca rentabilidad.
Cada trabajador compra las tarjetas a 1 peso cada una y las venden a dos, recuperando lo invertido y duplicando ese dinero. No obstante los conductores deciden estacionar a una o dos cuadras, alejándose del lugar en donde se cobra. Esto perjudica a los trabajadores que en días claves y con mucha afluencia obtienen entre 100 y 150 pesos por jornada.
La precariedad de la situación laboral, más los conflictos que se dan con los transeúntes terminan de complejizar el trabajo de los tarjeteros.