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Veinte mil visitas en la Feria del Libro

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Los organizadores comentaron que esta edición resultó un éxito debido a la cantidad de público y los libreros se mostraron conformes con las ventas. El gasto promedio en productos osciló entre los 50 y 100 pesos. Espacio reducido, un punto a mejorar.

Anoche se dio por finalizada la edición 2011 de la Feria del Libro del Cuyum luego de diez días de éxito rotundo. Es que en esta oportunidad más de veinte mil personas se hicieron eco de la propuesta que apuntó a la diversidad y la inclusión, superando en 40 por ciento los 14 mil visitantes de 2010 y hasta duplicando la participación de años anteriores.

El domingo por la tarde los puestos aparecían repletos de mendocinos y algunos turistas dispuestos a sacar provecho de los últimos momentos de la feria.

Carmen Salazar (30) oriunda de San Juan, le puso valor agregado a su visita a la provincia y recorrió las instalaciones: «Hay mucho surtido, buenas ofertas y es muy bueno que se reciban diferentes formas de pago».

Si bien varios factores han colaborado para potenciar el interés en el encuentro, sin dudas el de mayor relevancia es la ubicación de la estructura central en la plaza San Martín, un punto neurálgico de tránsito de peatones.

«Ha venido mucha más gente que en otras oportunidades porque está en el lugar justo, quienes van pasando por la calle se ven tentados, mientras que cuando estábamos en el Espacio Contemporáneo de Arte se creía que había que pagar entrada», señaló Oscar Álvarez, empleado de la librería Simoncini y Gómez y con varias ferias en su haber.

Desde los dieciocho stands con que contó la carpa hacen un balance muy positivo ya que coinciden en que la gente ha comprado y se ha ido conforme, particularmente con las ofertas, una apuesta solicitada por los organizadores y que sin dudas ha sido bienvenida en un contexto en el cual los libros han aumentado sus precios igual que el resto de la economía.

«Ha venido mucha gente lectora que quizás no se acerca a las librerías pero espera la feria», destaca Daniel Capretti del Centro Internacional del Libro.

Y aunque coincide, Eugenia Calderón, de García Santos, asegura que «se ve aquí gente diferente de la que va a la librería», destacando lo bueno de su realización. Las ofertas aglomeran a la gente en cada stand, es que «les gusta revolver para ver qué oportunidades encuentran», opinan los libreros.

Escenarios y propuestas

Además de la plaza, la Sala Elina Alba y la Biblioteca San Martín también fueron parte de la propuesta. La primera fue el escenario elegido para la presentación de varios libros mientras que en la segunda se realizó una Feria de de Editoriales Autogestivas (independientes).

En dos oportunidades, además, se sumó el teatro independencia para la presentación de los libros de Sandra Russo, «La presidenta» y de Pablo Feinmann, «El Flaco» que fue la apertura de la feria y que contó con mil asistentes consagrándose como el evento de mayor concurrencia.

Dos carpas ubicadas en las inmediaciones de la central fueron el ámbito elegido para otras presentaciones mientras que la Dirección General de Escuelas también tuvo la propia y propició la visita de contingentes de alumnos. Hubo actividades en forma permanente que invitaban a quedarse.

Preferencias

Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Pilar Sordo se cuentan entre lo más pedido por el público asistente.

Aunque de estos autores se llevaron variedad de títulos; en el caso de Borges, se vendió mucho El Aleph y Obras Completas mientras que de Cortázar se prefirió Cuentos Completos.

«Piden mucho a (Roberto) Fontanarrosa pero no se consigue nada porque hay problemas con la sucesión», detalló Eugenia Calderón en medio del acotado espacio del puesto concedido a cada librería, una de las principales quejas, a lo cual hay que sumar el sofocante calor.

Según los organizadores y comerciantes, el gasto promedio ha sido de entre 50 y 100 pesos. Los libreros destacaron que en el caso de las ofertas se llevaban más de dos libros mientras que de las novedades se llevaban generalmente uno, ya que su costo promedio era de 100 a 120 pesos.

Fuente: Los Andes