La llegada del invierno favorece la circulación de gérmenes productores de infecciones respiratorias como faringitis, laringitis, bronquitis o neumonías. Estos procesos pueden ser altamente riesgosos en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas.
Las crisis asmáticas o las exacerbaciones de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que se desencadenan a través de infecciones respiratorias pueden llegar a ser graves o inclusive mortales, ya que los síntomas se potencian y agudizan la enfermedad respiratoria crónica que posee el paciente.
El Asma es una patología caracterizada por una respuesta exagerada de los bronquios ante determinados estímulos. Los bronquios, que conducen el aire hacia los pulmones, reaccionan estrechándose y disminuyendo su luz, lo que se conoce como broncoespamo, en los períodos de crisis de la enfermedad. Este episodio da lugar a cuadros que se manifiestan con dificultad respiratoria, sibilancias, tos, entre otros síntomas.
La EPOC en cambio, deriva en más del 90% de los casos del consumo de tabaco, afectando principalmente los bronquios y los pulmones, aunque pueden verse comprometidos otros sectores del organismo que están fuera del sistema respiratorio. El paciente con EPOC suele tener sintomatología respiratoria habitual o diaria consistente fundamentalmente en tos, expectoración de secreciones bronquiales (flemas) o dificultad respiratoria.
La prevención de este tipo de infecciones, particularmente en estos casos, tiene una importancia fundamental. Para disminuir las posibilidades de contraer un cuadro infeccioso respiratorio los pacientes con Asma o EPOC debieran:
– Evitar el contacto con personas que estén cursando procesos de este tipo, ya que las mismas al toser o estornudar expulsan pequeñas gotitas de saliva cargadas de gérmenes que pueden contagiar a otros individuos.
– Lavarse frecuentemente las manos, porque los gérmenes pueden transportarse en las mismas y accederían a las vías aéreas cuando las manos entran en contacto con la nariz o la boca produciéndose el contagio.
– Aplicarse la vacuna antigripal. Esta debe ser colocada en otoño y tendría que renovarse todos los años. La vacuna disminuye las posibilidades “engriparse”, pero además es muy efectiva en prevenir las complicaciones severas producidas por el virus de la Gripe (o virus de la Influenza).
– Es importante que los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas reciban la vacuna antineumocóccica. El Neumococo es la bacteria que más frecuentemente produce las Neumonías. Habitualmente los anticuerpos generados en el organismo por esta vacuna persisten por varios años por lo que no sería necesaria la re vacunación antes de los 5 años.
– Evitar el humo del cigarrillo, propio o ajeno (exposición pasiva). Los tóxicos del humo del cigarrillo favorecerían a que se agudicen los síntomas propios de las enfermedades respiratorias crónicas y podrían alterar los mecanismos de defensa locales de las vías aéreas.
– Asear y airear las habitaciones y otros ambientes.
Programa Provincial de Asma
En Mendoza existen alrededor de 60.000 chicos menores de 14 años con asma. Ésta es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad pero puede revertirse y controlarse con un tratamiento adecuado.
Desde el Programa Provincial de Asma, del Ministerio de Salud, se trabaja para la detección y tratamiento de esta enfermedad, a través de un servicio descentralizado con profesionales rotando en los distintos hospitales y centros de salud de la Provincia. Actualmente participan del mismo más de 70 centros de salud y 6 hospitales trabajando coordinadamente en el tratamiento del asma en los chicos.
Este programa está destinado a chicos de 0 a 14 años y se creó con los objetivos de diagnosticar la enfermedad antes de los 5 años, brindar atención de primer nivel y garantizar los tratamientos y remedios en forma gratuita para las personas sin cobertura o en situación de precariedad.
El responsable del Programa Provincial de Asma, Luis Agüero, recomendó a los papás que “si notan que sus hijos tienen problemas respiratorios concurran al Centro de Salud más cercano donde hay profesionales capacitados para el diagnóstico y tratamiento del asma» y luego agregó: «además los niños a los que se les diagnostique la enfermedad tendrán garantizados los medicamentos necesarios para su tratamiento».
Agüero explicó que «si bien la mortalidad por asma es baja, se pueden producir complicaciones que deriven en la muerte, por lo que es importante un seguimiento continuo de los pacientes todo el año ya que si dejan de tomar la medicación pueden tener problemas respiratorios severos”.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza