Alberto Carleti -presidente de la Cámara de Comercio en Tunuyán- consideró que si bien los reclamos del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) son entendibles, las paritarias no deberían acordarse unilateralmente en Buenos Aires, desconociendo las realidades regionales.
A través del sindicato los trabajadores pidieron un aumento cercano al 45% pero finalmente ayer se acordó un aumento escalonado hasta enero del año próximo. Durante el paro, en la zona del Valle de Uco las fábricas Alco, Dulcor y Carleti se vieron afectadas por la medida, por lo que el presidente de la Cámara aseguró que en el debate se debería haber tenido en cuenta la situación que la provincia atraviesa después de las inclemencias que afectaron la producción.
Según Carleti, el sector productivo sufrió un fuerte golpe económico por las heladas tardías del 2013. Esto –señaló- condicionaba a las empresas a acceder al pedido del gremio. “Generalmente las decisiones de este sindicato se toman en Buenos Aires y se pide un monto igual para todos los trabajadores en el país, se negocia en un solo ámbito […] Deberían poner en consideración las distintas realidades y la especial situación actual de la provincia”, explicó.
Nota Relacionada
Trabajadores de empresas de la alimentación levantaron el paro