EDITORIAL: Elecciones San Carlos ¿Quién da más?

El círculo de Difonso repite los candidatos en 6 listas “espejo”. Los radicales apuestan a Cobos y, a pegarle a los gansos. Los del FPV ofrecen “línea directa” con la provincia y la nación. Kolina pateó el tablero, suma voluntades pero no sabe si le alcanzará. FE, FIT y PS completan la rueda de la fortuna electoral. ¿Será una elección más? ¿Continuará la política “acuerdista” entre los dos o tres que siempre están? Aunque la campaña ha dado sorpresas, habrá que ver si alcanza para sentar el inicio de una nueva política departamental.

Pocas horas para que San Carlos elija concejales, en una elección que presenta 12 boletas, aunque solo 7 listas: es que el oficialismo (intendente Difonso) presentó una lista y la repitió en 6 boletas distintas (listas espejo). En las últimas semanas se bajó de la carrera, con los dos partidos que comandaba, “Chuleta” Campos, el radical que, enojado con la conducción departamental, había acusado de “estafadores” a sus correligionarios.

La campaña de los más fuertes viene tibia, demasiado tranquila, y parece apuntar a una elección negativa, esto es, que la gente concurra poco a las urnas, lo que aseguraría los nombres “ya puestos”. No se sabe si los kilómetros recorridos por quienes buscan torcer la elección alcanzarán para romper la inercia de una política departamental, manejada desde hace varios años por Difonso y Tuchi Abrahám.

La campaña, también trae diferentes estrategias: Difonso, con las 6 listas espejos, es decir los mismos candidatos con sellos de diferentes partidos, viene desplegando (como siempre) buena cartelería, fotos, pasacalle, etc, etc., sumado, obviamente, a toda la estructura que garantiza ser el partido que gobierna, es decir, entregar ayuda (planes, materiales, contratos, membranas, colchones, etc.) en plena campaña. Según allegados al intendente, la estrategia principal fue la de armar listas espejos: cada sello es responsabilidad de determinados funcionarios de su gestión, y cada uno debe garantizar la cantidad de votos que posicionen a sus candidatos en el Concejo (¿los votos asegurarán las bancas o también la continuidad del funcionario dentro de la gestión?).

Por su parte, en el Radicalismo, la estrategia de campaña prácticamente invisibilizó a los candidatos locales, tras la figura de Cobos. Obviamente, hay un voto “no positivo”, que arrastrará otros votos,  sin embargo, lo que muchos se preguntan es ¿qué tiene que ver Cobos con el Concejo sancarlino? Mientras tanto,  los candidatos  “reales” (cuando logran asomar sobre la “cleto- campaña”), se dedican a tirarle misiles a la administración gansa, apuntando a la “plata que se gasta en San Carlos”.

El Frente Para la Victoria viene con una de las campañas más pobres, tímidas y poco estratégicas que se hayan visto en la zona. Casi todas las fichas se han puesto en traer al departamento, durante las últimas semanas, algunos programas provinciales o nacionales, y a partir de ahí, vender la “línea directa con”. La argumentación de quien comanda la campaña es que no hay fondos, aunque algunos afirman que no hay mucho interés de que “entre” el segundo candidato. Otro análisis haría pensar en que se busca achatar la elección (disminuyendo la cantidad de personas que asistan a las urnas), lo que aseguraría los nombres “ya puestos”, disminuyendo el riesgo de alguna sorpresa.

Kolina, que se animó a jugar en forma independiente en el departamento y que convocó a militantes jóvenes, viene centrando su campaña en la caminata y la charla puerta a puerta. Hay que destacar que, además de sumar voluntades, los muchachos vienen derrochando alegría. Donde uno se los encuentre, se los ve sonriente y disfrutando la militancia. A esta altura de la campaña, nadie esperaba que, prácticamente, un “desconocido” de la política pudiera “patear el tablero”, cambiar las reglas del juego, y poner en duda quiénes serán los candidatos que llegarán al Concejo Deliberante.

Más allá de todo, esta campaña es rara: se escucha y se ve más propaganda de los partidos “chicos” que de los principales. Pero también, para algunos es esperanzadora. Hay un sector amplio del electorado sancarlino que pretende valorizar su voto, y que espera un necesario cambio de sentido en la política departamental, que desde hace años, se muestra bastante pobre, estática y arraigada en viejos modelos.

Algunos sentían que lo ideológico que ha venido marcando rumbos a nivel latinoamericano, nacional, e incluso provincial, en el departamento no existe: en San Carlos, la derecha y la izquierda no conviven en un centro, sino que van y vienen, e intercambian figuritas según la conveniencia. Otros, están cansados de ver las mismas caras, los mismos nombres y los mismos discursos; muchos ya no creen en las aparentes “batallas campales” montadas entre los referentes del PJ local, el Radicalismo y el Partido Demócrata, donde se cruzan acusaciones y denuncias, y que en general terminan con “arreglos poco conocidos”.

Por eso, más allá de las campañas, en esta elección, los nombres nuevos que llegan como candidatos, encarnan un reencuentro con la política, donde muchas personas que en lo departamental se mostraban escépticas y defraudadas, han vuelto a tener expectativas de un rumbo diferente al de los “eternos acuerdos entre dos o tres”.

Habrá que esperar hasta el domingo para ver qué pasa. Igualmente, aun cuando los resultados sean los “puestos”, San Carlos sentirá que ha habido un cambio, un cimbronazo para algunos que siempre “tienen la vaca atada”. Entonces, sabrán que es hora de hacer las cosas mejor, o de esperar que más temprano que tarde, alguien se animará a jugar a la política y no a las politiquerías.