Palestina votó en la Asamblea General de las Naciones Unidas por primera vez desde la partición del antiguo mandato británico en 1948, fecha que Israel celebra como el inicio de su vida independiente y los palestinos consideran el punto de partida de una tragedia, la «Naqba».
Palestina participó de la elección de los jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Como no es miembro de pleno derecho de la ONU, no puede participar en la toma de decisiones de sus organismos salvo en las elecciones integrantes de los tribunales creados para investigar genocidios.
El encargado de depositar la boleta en la urna fue el embajador palestino ante la ONU, Ryiad Mansour, quien emitió su opción pasadas las 11.15 hora local (16.15 Greenwich), entre los aplausos de buena parte de los asistentes, algunos de los cuales se acercaron después a felicitarle personalmente.
La ONU eligió hace un año a Palestina como «Estado no miembro» en una histórica votación en la que se aprobó por mayoría absoluta una resolución en la que se le concede también el estatus de «observador» «Doy la bienvenida a los representantes de la Santa Sede y de Palestina, que podrán participar como Estados no miembros con estatus de observador», dijo la vicepresidenta de la Asamblea, Simona-Mirela Miculescu, antes de la votación.
La Asamblea General eligió hace un año a Palestina como «Estado no miembro» de la ONU en una histórica votación en la que se aprobó por mayoría absoluta una resolución en la que se le concede también el estatus de «observador».
Según los estatutos del TPIY, los Estados miembros de la ONU y los no miembros pero con estatus de Estado observador permanente -Palestina y la Santa Sede- tienen derecho a participar en la elección de sus magistrados.
Uno de los dieciséis jueces que integran ese tribunal, la senegalesa Andrésia Vaz, renunció en mayo pasado y la Asamblea General tenía que elegir hoy a un nuevo magistrado, puesto que se disputaban candidatos de Togo, Estonia y Australia.
Palestina se convirtió en Estado Observador el 29 de noviembre de 2012, cuando el pleno de la la Asamblea General le reconoció por amplia mayoría dicho status en una votación directa, que tuvo 138 votos a favor, entre ellos el de Argentina, 9 en contra, entre éstos Israel, Estados Unidos y Panamá, y 41 abstenciones.
Ese día, la embajadora estadounidense, Susan Rice, condenó la votación como un «obstáculo para la paz» porque impediría -alegó- una reanudación de las conversaciones directas entre Abbas y Netanyahu. Rice agregó que «el pueblo palestino se levantará mañana y encontrará que poco ha cambiado».
Las conversaciones se iniciaron, pese a las prevenciones. Las pone en peligro, según la autoridad palestina, la pertinacia israelí en seguir implantando población en territorio palestino, que, efectivamente, «poco ha cambiado».
Fuente: Télam