La exmandataria chilena Michelle Bachelet y la candidata por el oficialismo, Evelyn Matthei, definirán la elección presidencial chilena el próximo 15 de diciembre en segunda vuelta, luego de que en los comicios de este domingo la primera no lograra alzarse con la mayoría simple de votos y la aspirante de derecha sorprendiera con una performance de más de 25 por ciento.
Bachelet, amplia favorita en los comicios, reunía este domingo por la noche alrededor de 47 por ciento de los votos, con lo que quedaba a tres puntos porcentuales de la mayoría simple que le aseguraba el tirunfo en primera vuelta.
Del otro lado, Matthei superaba 25 por ciento, una cifra bastante más amplia que la que anticipaban algunas encuestas que incluso especulaban con que podría quedar tercera o cuarta a manos del independiente Franco Parisi o el progresista Marco Enríquez Ominami, quienes al fin del escrutinio disputaban el tercer lugar pero rondando el 10 por ciento.
Cerca de las 21 Bachelet habló en su comando electoral ante sus seguidores para mostrarse segura del triunfo en diciembre, y dejó en claro que este domingo tuvo «una gran victoria».
«Sabíamos que ganar en primera vuelta era complejo y así y todo hicimos un gran esfuerzo que no alcanzó, pero no tengo dudas de que en diciembre obtendremos un triunfo contundente», enfatizó.
La exmandataria afirmó que la mayoría de los chilenos «votó por una nueva Constitución, por una educación de calidad y sin lucro y por una reforma tributaria», tres de las principales propuestas que hizo al electorado.
Desde el cuartel electoral oficialista, Matthei, con una amplia sonrisa y expresión distendida, prometió dar batalla en el balotaje y bajo el anuncio de que «la campaña por la segunda vuelta empieza ahora», profundizó el discurso de derecha -sobre el tema de la seguridad- y respondió puntualmente a las propuestas de Bachelet.
«Hoy ganaron los que están cansados de la delincuencia, los que viven de su trabajo; hoy ganaron los que se oponen a una reforma tributaria que va a liquidar las pymes y la creación de empleos», disparó.
«Ellos (por los dirigentes de la coalición opositora Nueva Mayoría) y sus jueces de izquierda protegen los derechos de personas que cometieron delitos contra los chilenos que quieren vivir tranquilos», agregó ante la plana mayor de la Alianza, entre quienes se encontraban el presidente de Renovación Nacional (RN) Carlos Larraín -autor de polémicas declaraciones acerca de que no confiaba en las posibilidades electorales de Matthei- y el canciller Alfredo Moreno.
Despejada la incógnita acerca de si habría o no segunda vuelta, la atención se dirigió a determinar quién quedaba tercero, y a falta de 10 puntos porcentuales de los votos por escrutar, Enríquez Ominami le sacaba medio punto de ventaja a Parisi.
Ambos candidatos dieron por segura la victoria de Bachelet en diciembre, y por si alguien habría especulado con que Parisi apoyaría a Matthei, el candidato afirmó sin ambages: «Bachelet, que es una dama, va a ganar; Matthei, que es una mala persona, jamás será presidenta de Chile».
Hace un par de semanas Matthei acusó a Parisi de tener deudas previsionales de orden laboral, denuncia que no fue confirmada pero que frenó el ascenso que el aspirante independiente venía teniendo en las encuestas.
MEO, como se lo conoce a Enríquez, aseguró que «no hay ninguna posibilidad de que la derecha gane en diciembre, y esto es una buena noticia», pero también envió un mensaje a la centroizquierda: «Cambiaron el nombre de Concertación por Nueva Mayoría y quedó claro que no tienen ninguna mayoría».
En cuanto a la elección de senadores nacionales, con 66 por ciento de los votos escrutados la oposición alcanzaba 50 por ciento y la derecha 38, aunque de acuerdo con el sistema electoral binominal que rige en Chile el reparto de escaños terminaría bastante parejo.
Con algunas variaciones, en diputados nacionales Nueva Mayoría sacaba 48 por ciento con 52 por ciento del escrutinio, y la derecha quedaba en 37.
Fuente: Télam