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Nos incrustaron chips de repetición y de estupidez autodestructiva

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Fito se enojó con los porteños porque votaron a Macri. ¿Cuál es la novedad de que los que rondan el puerto quieran políticas derechosas? Desde la revolución de mayo la discusión gira en torno a dos modelos de país: uno que piensa en la intervención activa del estado para distribuir, equiparar, federalizar, democratizar y otro, que predica (básicamente) la libertad de los mercados con todas las denotaciones y connotaciones que esto abarca y los beneficios para unos pocos. En ese marco, hay un sector pampeano, inicialmente asociado al puerto y  a los capitales extranjeros desde la época de la colonia, que indudablemente apoya (con medios de comunicación incluidos) a las ideologías liberales, neoliberales y sus derivados.

Pero no todos los porteños que votaron al Pro  pertenecen a esa clase elitista que siempre prefirió llevar su plata acuñada en el país a otras urbes más sofisticadas, muchos son empleados, profesionales, comerciantes, pequeños empresarios, etc. etc. que encajan en la llamada clase media argentina. Son parte de esa “masa” que perdió sus ahorros en el corralito, que tuvo que cerrar sus comercios y empresas, que resignó no solo electrodomésticos, autos, educación y vacaciones sino que también engrosó las listas de los millones de desocupados que dejaron las épocas de políticas neoliberales, donde se destruyó el país y unos pocos se enriquecieron obscenamente. Muchos de los que votaron a Macri son los que golpearon cacerolas pidiendo un estado renovado (“que se vayan todos”) y lanzando un S.O.S para sobrevivir a la peor crisis de la historia argentina. Sin embargo, evidentemente, y como dice la canción de Ignacio Copani, las cacerolas son de teflón y, como volvieron a tener una colita de cuadril adentro, creen ser accionarios de la Sociedad Rural, con el derecho y la obligación de respaldar a sus referentes, que por cierto, no son de turno, porque compraron los mejores palcos aún antes de los inicios del estado nacional. Más allá de los análisis, del enojo de Fito, y de las diferencias numéricas, en la Capital no son novedosos los resultados. Aunque muchos hubiésemos esperado alguna relación ideológica entre bienestar y sufragio.

Lo que por ahí preocupa o da bronca son las versiones vernáculas de esa inclinación a la estupidez autodestructiva. Regularmente uno se encuentra en la calle, en el supermercado, en la estación de servicio, en el banco, en casi cualquier lugar, gente que se queja y despotrica contra un gobierno y un modelo. Con pocos argumentos y mucha vehemencia se habla como si el apocalipsis se acercara, como si la situación fuera casi tan mala como en el 2001. Es casi increíble escuchar a productores, (que hace unos años, desde una chatita vieja con ruedas remendadas, suplicaban porque no les remataran sus propiedades), defenestrar a un gobierno como lo peor que ha habido, eso sí, ahora desde una super camioneta, recién llegados de unas vacaciones en Brasil y con sus hijos estudiando en el departamento que compraron en la ciudad. Sin rencores. Buenísimos y merecidos logros y disfrutes por todos los años de esfuerzo, trabajo, malaria. Pero ¿no será hora de desactivar el chip reproductor de frases acuñadas por otros que solo buscan manipular la opinión pública para beneficio de unos pocos?

Muchas cosas hay que cambiar, pero no seamos ingenuos, hoy más que nunca las ideologías marcan rumbos productivos, económicos y de vida. Si digo, que “la única verdad es la realidad”, corro el riesgo de que mi argumentación se pierda por “politizada”. Prefiero usar la universal “pienso, luego existo”. Hoy más que nunca hay que desactivarse los chips de repetición que nos incrustaron durante muchas décadas y pensar en serio, para alejarse definitivamente de la estupidez autodestructiva.

Un comentario

  1. habida cuenta del contundente y aplastante resultado del PRO, …..pregunto0…no sería mas conveniente ir desactivando el «chips Zurdoso» de una izquierda mentirosa que se embandera de la propiedad intelectual de los «derechos Humanos»usandola como un claro marketing político de muy baja estofa?……Y la querida Hebe????…y el apreciado Shocklender?????……Buenos aires es un voto inteligente invunerable al toma y daca de colchones y nylons….Sugerencia..si pretenden ser «algo» creibles..(y digo algo porque las editoriales, sus integrantes y sus auspiciantes lo marcan)…..abran los ojitos y entiendan que a la gente ya no se la puede manipular mas. Exitos!!!

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