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Argentina y Bolivia inauguraron la primera fase del gasoducto que quintuplicará el volumen de gas recibido

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Al inaugurar la primera fase del gasoducto que unirá el yacimiento boliviano de Yacuiba con las provincias del norte y la Mesopotamia argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner proclamó que “se ha democratizado el crecimiento”. Junto a su par de Bolivia, Evo Morales, afirmó que “somos y queremos seguir siendo un modelo diferente al que fuimos, y a lo que se ve en otras partes del mundo”. El tramo inaugurado ayer, de 48 kilómetros (13 en territorio boliviano y 35 del lado argentino), permitirá en lo inmediato garantizar el abastecimiento de 7,7 millones de metros cúbicos diarios de gas natural a la Argentina (actualmente recibe en promedio no más de tres millones), que llegarán a Campo Durán (Salta), desde donde se seguirán bombeando por el sistema de transporte ya instalado en Argentina (Gasoducto Norte). En forma complementaria, el proyecto prevé la construcción de 1500 kilómetros del nuevo gasoducto (el NEA) que recorrerá las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y zonas de Santa Fe (norte) y Entre Ríos que no están abastecidas de gas natural. Una vez concluida esta obra, se verán beneficiados más de tres millones de hogares que hoy están limitados a recibir el gas exclusivamente por garrafas.

El gasoducto lleva el nombre de Juana Azurduy, en honor a la luchadora que peleó en las guerras por la independencia de España a principios del siglo XIX, nacido en lo que hoy es territorio boliviano.

Cristina Fernández y Evo Morales, desde la Casa Rosada, dieron la orden de puesta en funcionamiento del gasoducto, por teleconferencia, a las autoridades de ambos países que aguardaban en Yacuiba, Bolivia, punto de bombeo del gas. “Vamos a asegurar el crecimiento de la Argentina en términos estratégicos para toda la industria, porque vamos a sostener la demanda agregada”, planteó, desafiando otros planteos que promueven enfriar la economía o sostienen el abastecimiento energético como una limitante del crecimiento.

La presidenta argentina subrayó que “la integración con Bolivia ya es un hecho”, recordó los esfuerzos hechos por respetar el precio del gas que debía recibir Bolivia, “para que ningún hermano fuera esquilmado en sus recursos naturales”. En el plano local, señaló que se sigue trabajando en el plan de “energía plus” –con incentivo de precios a quienes sumen formas alternativas de generación– y puntualizó que por ese régimen se producen actualmente 10 millones de metros cúbicos diarios. “Es bueno saber que hay energía disponible, pero que hay que pagarla”, agregó.

Al recordar que en el último fin de semana se registraron consumos record de energía eléctrica, destacó que “ha habido mucha demanda de gente que accedió al gas y la luz por primera vez; se trata de la democratización del crecimiento para sectores que siempre han tenido la ñata contra el vidrio”, dijo rememorando a Discépolo, metaforizando sobre quienes miran lo deseado desde afuera de la vidriera. “Estos son los problemas del crecimiento y son bienvenidos; por eso estamos ejecutando obras, para asegurar un mayor crecimiento.”

La presidenta Cristina Fernández también se refirió al consumo industrial de gas, que “aumentó un 14 por ciento respecto del año anterior; estamos ejecutando obras para llegar a 170 millones de metros cúbicos diarios” de oferta. Criticó que “en la última semana se quiso politizar el alto consumo por la ola de frío polar, pero eso no tiene ideología”, aunque destacó que, de todos modos, “tuvimos un mejor comportamiento en la provisión de gas en relación con otros años”.

Las obras de esta primera fase contemplaron los 13 kilómetros del tramo boliviano (desde Campo Margarita, en Tarija, a Madrejones, en la frontera) y los 35 del lado argentino (desde Refinor a Campo Durán). El objetivo para este año es llegar a un suministro de 11,3 millones de m3/día de gas boliviano, con el agregado de una planta de compresión y bombeo en Salta. Posteriormente, la meta es lograr incrementos graduales a medida que se vayan incorporando tramos del gasoducto del NEA y, con ellos, se agreguen localidades de las provincias del norte y mesopotámicas a la red. Para el año 2015 está previsto llegar a 20,7 millones de m3 y para 2026, año final, 27,7 millones de m3. El acuerdo de abastecimiento llega a 2029, previéndose mantener constante la oferta de gas boliviano en los últimos años. Bolivia prevé recibir, por la exportación de gas a la Argentina, unos dos mil millones de dólares a partir de este año. El consumo actual de gas natural en Argentina asciende a 144 millones de metros cúbicos diarios.

 

Fuente: Página 12