El socialdemócrata Peer Steinbrück atacó a su rival y defendió su propio programa de gobierno, durante su último gran acto en Berlín antes de los comicios del domingo y en un intento de descontar la ventaja en los sondeos de la canciller conservadora.El acto de Steinbrück, candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) fue ante unas relativamente escasas 3.000 personas, pero transformó el paisaje de la mítica plaza berlinesa Alexanderplatz, que supo ser un gran lugar de manifestaciones antes de la Segunda Guerra Mundial y durante la República Democrática Alemana (RDA).
Desde temprano, se fueron instalando dos puestos con merchandising del SPD, tres pantallas gigantes y media docena de puestos de cervezas y el tradicional ‘currywurst’ (salchicha).
Por la tarde, la actuación de dos grupos musicales precedió a los primeros oradores, seguidos por escasos militantes, y atrajo la atención de los transeúntes que pasaban por la plaza, rodeada de centros comerciales y una gran estación de trenes.
Durante un discurso de 20 minutos, Steinbrück matizó ironías para diferenciarse de la canciller Merkel y anunció que después de votar en Bonn saldrá a las calles para intentar convencer a los electores de que le otorguen su voto.
«Merkel no tiene dirección alguna y avanza haciendo círculos», dijo el candidato de centroizquierda. «Usted espera sin actuar desde hace cuatro años. Ese es el gran problema de este país», agregó Steinbrück, dirigiéndose retóricamente a su rival y favorita a obtener un tercer mandato.
El candidato reafirmó sus planes de gobierno y reiteró su determinación a subir los impuestos a los mayores ingresos, aumentar el presupuesto para Educación, resolver los problemas de déficit federales y de las dintintas regiones y cambiar la forma en que Alemania, con Merkel, gestionó la crisis del euro.
Por efecto del sonido, el discurso de Steinbrück se propagó por la amplia plaza en medio de un respetuoso silencio, solo entrecortado por el paso de los tranvías que atraviesan la plaza.
En Alemania no existe la veda electoral, por eso Steinbrück, que durante la campaña realizó miles de visitas a los electores en sus casas, continuará con sus actos hasta el sábado.
Hasta hace poco, Steinbrück, que tiene una intención de voto de 28%, repetía que no formaría coalición con el Partido Demócrata Cristiano (CDU) de Merkel para no transformarse en «sus lacayos».
«Es la oportunidad ideal para que los partidos de izquierda lleguen al poder sin las manos atadas»
Militante del SPD
Sin embargo, el candidato dejó de descartar una alianza de manera tan tajante luego de que las encuestas mostraron que el socio minoritario de la CDU, el Partido Liberal Demócrata (FPD), podría quedar fuera del Parlamento, haciendo que ni la centroizquierda ni la centroderecha puedan formar gobierno por separado.
Por esta misma razón, para evitar un vacío de poder o una repetición de elecciones, la CDU y el SPD ya compartieron gobierno durante el primer mandato de Merkel (2005-2009), período en el cual Steinbrück se desempeñó como ministro de economía.
«Hace semanas todo estaba dado para que Merkel gobierne con la misma coalición, pero ahora será nuestro turno de entrar otra vez al gobierno por el bien de Alemania, que será aún más fuerte con un gobierno de los dos partidos mas importantes», afirmó el jubilado Boris Brandt ante Télam durante el acto de Steinbrück.
«Está claro que hubiésemos preferido gobernar con los ecologistas, pero peor sería no estar en el gobierno», reconoció con un dejo de amargura Brandt, de 70 años, con un gran vaso de cerveza en su mano y una bandera roja con la sigla SPD sobre su espalda.
A su lado, Tobias von Peterdorff, estudiante de 23 años, discrepó y dijo esperar que el SPD «aproveche esta oportunidad de sacarse de encima a Merkel y los liberales» y que haga coalición con el partido Die Linke (La Izquierda) y los ecologistas de Los Verdes.
«Es la oportunidad ideal para que los partidos de izquierda lleguen al poder sin las manos atadas ni teniendo que gobernar con los conservadores. Esa es la única opción de cambio, pues si el SPD se une a Merkel todo seguirá igual», se lamentó el berlinés.
A pesar de que este fue el acto más importante de Steinbrück durante su campaña –más de 500 periodistas estuvieron acreditados-, en la plaza berlinesa a pocos metros de la imponente torre de la antigua televisión de la RDA, Télam pudo constatar la escasa convocatoria del líder, acompañado por unas 3.000 personas.
ÚLTIMOS DÍAS DE CAMPAÑA DE MERKEL
Por su parte, la canciller Merkel, que lidera las encuestas con una intención de voto del 39%, buscó hoy convencer a los ciudadanos indecisos al enviar 5 millones de cartas conteniendo un simple mensaje: «Si usted quiere que siga trabajando como su canciller, vaya el domingo a votar a la CDU».
El domingo, 62 millones de alemanes se encuentran habilitados para votar, aunque no es obligatorio. En la precedente elección de 2009, la abstención alcanzó el 30%, mientras que se estima que un tercio de los electores decidió su voto en los días previos a esos comicios.
Merkel necesita fortalecer su apoyo por la posible desaparición del Parlamento de sus aliados liberales del FPD, y por eso necesita convencer a los Politikverdrossenheit (los desilusionados de la política), como llaman los alemanes a quienes se abstienen en cada elección.
Entretanto, una encuesta del instituto Insa dio hoy por primera vez al partido Alternativa para Alemania (AfD), una agrupación antieuropea que además propone una política inmigratoria más dura, un 5% de intención de voto, por lo que esta fuerza creada en 2013 podría ingresar al Parlamento de confirmarse dicho augurio.
El AfD pretende que los países del sur de la Unión Europea (UE) afectados por la crisis sean excluidos gradualmente de la zona euro.
Fuente: Télam