Este miércoles se llevó adelante una tensa asamblea con los regantes de La Consulta en la que incluso, en algún momento, la situación se tornó casi violenta. Los regantes del Tunuyán Superior se oponen a una corta (que según Irrigación, no puede dejar de hacerse) porque consideran que hubo serias irregularidades, tanto en las formas administrativas como en el otorgamiento de permisos, en algunas cortas de agua y en tomas directas del río que prácticamente no tienen control.
Una tensa asamblea se realizó anoche (miércoles 22) en La Consulta. Un gran porcentaje de los regantes se presentaron y plantearon su negativa a la extensión de la corta de agua en canales y acequias. Desde el organismo administrador se explicó que desde el año pasado, el anterior inspector de cauce, firmó la corta, por lo que se considera que los regantes estaban avisados y sin oposición.
Sin embargo, los productores se enteraron de la extensión hace solo un poco más de un mes y pusieron el grito en el cielo por, lo que señalan, generará grandes perjuicios, en especial para los cultivos anuales. Pero la gran crispación no fue generada por una deficiente comunicación por parte del organismo, sino principalmente por las tomas directas del río que, además de recibir un gran caudal de agua, prácticamente no tienen control y en algún caso, (hay una denuncia con certificación de escribano) no presentaban ninguna restricción o corta, mientras en las resoluciones de Irrigación ya regía la fecha de corte. Además, y según manifestó el presidente de la Sociedad Rural Valle de Uco, Mario Leiva, otro de los grandes malestares (Leiva habría presentado una demanda penal por este punto) tiene que ver con los permisos de perforación que se han entregado en los últimos tiempos, en plena crisis hídrica y contraviniendo la legislación existente.
Desde el Departamento General de Irrigación sostienen que la extensión en las cortas deberá implementarse, no solamente para completar los niveles de El Carrizal (que ya habría elevado considerablemente su reserva) sino fundamentalmente porque se debe respetar el porcentaje de agua que corresponde a los regantes del Tunuyán Superior y del Tunuyán Inferior, y en este aspecto habría un excedente de uso por parte de los regantes locales que debe ser compensado.
Por el momento lo único que se pudo acordar es la realización de una próxima asamblea, para determinar la modalidad de los cortes. La situación es por demás compleja, ya que más allá de los hechos y posturas, el río Tunuyán presenta la mayor crisis hídrica desde el inicio de sus mediciones, con un caudal menor al 50% de los promedios anuales.