La FAA tenía como objetivo defender los intereses de los pequeños y medianos productores agropecuarios. Sus fundadores fueron arrendatarios y pequeños productores rurales, casi todos inmigrantes. Nació en el contexto de una protesta conocida como «el Grito de Alcorta» donde se llegó a proclamar que “la tierra debe pertenecer en propiedad del que la trabaja.”