Los datos son del Programa de Prevención y Atención Integral del Maltrato. Se atendieron 1.795 situaciones más que en 2011. También crece la cantidad de gente que se anima a denunciar.
Según los últimos datos relevados y analizados por el Programa de Prevención y Atención Integral del Maltrato a la Niñez, Adolescencia y Familia (PPMI), en 2012 aumentó en Mendoza la cantidad de casos de maltrato a niños y adolescentes, sobre todo de tipo psicológico.
Este resultado surge de comparar la cantidad de personas derivadas al programa el año pasado con aquellas atendidas en 2011. Se trata de los últimos períodos analizados por el área de Estadísticas del programa, a cargo la licenciada Natalia Lucero.
En el 2011 fueron atendidas 10.070 personas por el PPMI en consultorías y en las Unidades Especializadas Departamentales (UED) que están en centros de salud y hospitales, incluidos el hospital Notti, mientras en 2012 se contabilizaron 11.865 casos. En el 67% de los casos las víctimas fueron mujeres.
Otro dato llamativo que se desprende del informe es que se incrementó el rango de pacientes de entre 20 y 49 años.
Sin embargo, Marta Stagni, directora del PPMI, explicó que ese número creció porque “se abrió la modalidad del trabajo terapéutico en grupo, que implica trabajar en algo que antes no le habíamos dado importancia porque siempre estábamos abocados a lo individual. Con esto nos hemos abierto a una mayor cantidad de casos. Se trata de padres con problemas. Estamos atendiendo así más casos en menos tiempo. Se trabaja con grupos de niños y madres”.
¿Visibilidad o más violencia?
Escuelas, la línea 102, los municipios, el Ministerio de Seguridad, hospitales y distintos organismos de Salud son las principales instituciones que derivan los casos sospechados de maltrato de distinto tipo al PPMI. Por ejemplo, en 2012 creció un punto porcentual la cantidad de derivaciones desde las escuelas.
Stagni explicó que esto último se debe a que “hubo más casos de presunción de maltrato a la niñez o presunción de abuso. Cuando el maltrato es fehaciente absolutamente, las escuelas deben comunicarse al Órgano Administrativo Local –OAL–, para que tome medidas de protección”.
EL OAL es el encargado de aplicar la Ley 26.061 de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. El PPMI –dependiente del Ministerio de Salud– trabaja sobre posibles casos de maltrato de distinto tipo: sexual, físico, psicológico, en los relacionados con negligencia.
Esto último se refiere, por ejemplo, a cuando el o los adultos a cargo no le dan al niño el cuidado que necesita, aún pudiendo hacerlo. Es un cuidado inadecuado de manera recurrente.
El programa aborda los casos con equipos interdisciplinarios formados por médicos, trabajadores sociales y psicólogos. No toma los que sucede en las escuelas, como el bullying, ya que se trata de episodios intrafamiliares.
Muchos se preguntan: ¿Ahora se denuncia más o efectivamente creció la cantidad de casos?
Una combinación de cosas
La directora del programa consideró que “hay una combinación de cosas. La comunidad cada día está más concientizada del tema, o sea que denuncia con mucha más tranquilidad porque sabe que nosotros tomamos las denuncias anónimas. Por otra parte, hay un incremento de la violencia”.
La profesional explicó que “en todos los casos, sin excepción (ya sea maltrato físico, abuso sexual), subyace el maltrato psicológico, pero además tenemos los casos puros de maltrato psicológico. Por ejemplo, esos papás que insultan a los chicos, que les dicen que son inútiles, que no servirán para nada el día de mañana y que les dejan una huella muy profunda a los chicos. Luego les cuesta a los niños tomar un papel protagónico, poder llegar a aportar a la sociedad lo que se espera de un niño que después crece. El problema es que tiene el complejo de que no sabe lo que puede hacer. Esto es lo que nosotros trabajamos con los chicos, les enseñamos que sí sabe, que sí puede”.
Stagni explicó que una manera de abordar el maltrato es justamente trabajar con los padres.
“Una mujer que se posiciona en su hogar es el puntal. Si ella se siente con su autoestima recuperada, también esto hace que su actitud sea mejor con los chicos y trate de evitar cualquier tipo de maltrato”.
Stagni dijo además que el maltrato psicológico está hoy más marcado, porque “cuando una familia entra en crisis cambia el lenguaje de la comunicación por un lenguaje agresivo. En ese lenguaje agresivo no sólo se siente agredida la mujer sino también los hijos. El maltrato psicológico puede causar tanto daño como el maltrato físico, quizás más; son cosas que el niño no puede recuperar si no es a través de un tratamiento”.
Y esa tendencia parece crecer día a día. La línea para denunciar maltrato (102), dependiente del programa desde 1999, ha recibido en lo que va de 2013 más de 10.000 llamados, cuando entre enero y julio del año pasado fueron 8.000.
Fuente: Diario UNO