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El Ministro de Agricultura de la Nación se reunió con productores y molineros

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Norberto Yauhar, el Ministro de Agricultura, se reunió con productores de trigo, semilleros y molineros para comprometerlos en el abastecimiento de harina y pan al público. Un panorama enrarecido por la baja producción del cereal, el alza de la harina y las versiones de la Mesa de Enlace.

“Están completamente asegurados el pan y la harina en la mesa de los argentinos. La propia cadena lo ha garantizando.” Así lo afirmó ayer el ministro de Agricultura, quien mantuvo una reunión con productores trigueros, semilleros, molineros y harineros, nucleados en Argentrigo y Faim. Durante ese encuentro, el funcionario anunció una línea de financiamiento orientada a cooperativistas de 84 millones de pesos, con un límite de 300.000 pesos por productor para incentivar la siembra. La cosecha de trigo en la campaña pasada fue de nueve millones de toneladas, por debajo de valores de años anteriores. La demanda interna de este insumo es de seis millones de toneladas, por lo que el actual stock debería alcanzar para abastecer, en precio y calidad, al sector. Para la cosecha 2013-2014, se estima que la producción aumente a las 12 millones de toneladas, un 25 por ciento menos que la histórica cosecha de 16 millones de toneladas.

“No es necesario importar trigo, porque hay stock suficiente. Inclusive tenemos una reserva de 500.000 toneladas que se utilizará el año que viene. Por eso, no hay razón alguna para que falte trigo para la molienda”, insistió el ministro. Según Diego Cifarelli, presidente de la Faim, el volumen del cereal “es exactamente igual a los primeros seis meses del año pasado, incluso un 0,5 por ciento superior al mismo período de 2012, es decir que se lo puede llevar tranquilidad a todo el mundo”.

Entonces, ¿por que las entidades que forman parte de la Mesa de Enlace quieren instalar la idea de que Argentina deberá importar trigo? A partir de la menor cosecha 2012-2013, muchos productores se volcaron hacia otro grano, como la cebada, que tuvo un crecimiento exponencial por la mayor demanda de China. Este cultivo alcanzó las 1,57 millón de hectáreas contra las 1,18 millón que se habían sembrado en la temporada 2011-2012. En total, fueron cosechadas cinco millones de toneladas. Durante la actual campaña también se marcó un nuevo record en la producción de maíz, con casi 27 millones de toneladas. La producción total de granos está estimada en 102 millones de toneladas.

Sin embargo, la menor cosecha de trigo trajo sus inconvenientes. Los precios internos del cereal subieron y eso generó cierto espiral especulativo. Por un lado, quedaron los grandes exportadores que concentran el 80 por ciento de la comercialización del producto, y que tienen la capacidad de regular las compras de este grano según sus necesidades. El otro factor especulativo es el de muchos medianos y pequeños productores que, ante la suba del grano, siguen esperando mayores incrementos.

“La bolsa de harina está hoy a precios inalcanzables. El trigo ha subido a niveles insólitos. Nosotros venimos denunciando hace siete años que la cosecha no se puede vender, perdimos varias campañas trigueras y al pueblo no le dieron nada”, sostuvo la Federación Agraria a través de un comunicado de su comisión de acción gremial.

Anteayer, las panaderías y los molinos acordaron, con el visto bueno de la Secretaría de Comercio Interior, ofrecer desde la semana que viene el pan Felipe a 10 pesos el kilo, bastante por debajo del valor que mostró últimamente. La intención es cortar la tendencia alcista en el precio del pan motivado por la suba de la harina, en un mercado con escasa oferta a partir de una cosecha de trigo más baja sumado a la retención por parte de los productores.

“Respecto a la situación que estamos viviendo, queremos que no se haga responsable en particular a ningún integrante de la cadena porque esto es producto del sistema de comercialización, no porque exista un faltante de stock”, manifestó Santiago Labourt, presidente de Argentrigo.

Para incentivar la próxima cosecha de trigo (2013-2014), el Gobierno lanzó un fideicomiso cuya función será devolver el total de las retenciones pagadas por los productores, tanto chicos como grandes. El impacto inmediato debería ser un incremento de la superficie sembrada. La medida fue bien recibida por las cooperativas agropecuarias, aunque luego del anuncio comenzaron algunos reparos ya que, para gozar del beneficio, los productores deberán tener todo su stock declarado, lo cual obligaría a muchos a regularizar su actual situación fiscal.

Fuente: Página 12