La fascitis plantar se define como una inflamación del tejido grueso situado en la planta del pie, que ocurre cuando esta zona, que forma el arco del pie, se estira o se sobrecarga en exceso, lo que produce su abultamiento y un dolor muy característico e intenso. Es muy frecuente en los deportistas que corren largas distancias o se entrenan sobre superficies blandas o desiguales. También lo es en aquellos cuya actividad requiere saltos o caídas bruscas.
Pero además, la fascitis plantar también se puede dar en el común de la población, principalmente en las personas que utilizan un calzado inadecuado con el que sufre el arco del pie, en las que tienen sobrepeso o en las que han sufrido problemas de tendón de Aquiles. Esta afección provoca un dolor intenso especialmente al iniciar una actividad tras el reposo, pero también al finalizar una larga caminata o al subir o bajar escaleras.
Es cierto que es un problema muy difícil de evitar una vez que aparece por primera vez, sin embargo, un cambio en determinados hábitos puede conseguir que las personas que realizan actividad física frecuente lo esquiven.
Establecer rutinas, realizando un buen estiramiento antes, durante y después de la actividad deportiva es un aspecto fundamental para evitar la aparición de la fascitis plantar. Acudir a un fisioterapeuta siempre será una buena idea para paliar los síntomas de este problema y evitar que vuelva a aparecer en el futuro. El especialista conoce una serie de técnicas para aminorar la dolencia, también determinadas rutinas para reducir las probabilidades de que el paciente recurra en la fascitis. El fisioterapeuta explicará siempre a las personas que acudan a su consulta una serie de ejercicios que, de hacerse de forma rutinaria, contribuirán a que la planta del pie no sufra problemas.
Algunos ejercicios más frecuentes y más simples que se pueden hacer para paliar la fascitis plantar son los siguientes:
- Estando en pie, se deben apoyar las manos en una pared y colocar el pie afectado un poco detrás del otro, con el talón completamente apoyado y esta pierna recta. A continuación, se debe mover el cuerpo hacia delante poco a poco y mantener durante unos segundos la posición.
- Colocar una pelota o una lata fría debajo de la planta del pie y hacer movimiento de rodar sobre ello, hacerlo preferentemente sentada.
- Al finalizar la actividad deportiva, es muy recomendable aplicar hielo o meter el pie en agua muy fría entre 15 y 20 minutos para aliviar la inflamación.
La fascitis plantar es un problema recurrente que puede llegar a desmoralizar a las personas que lo han padecido varias veces. Sin embargo, nunca hay que desesperar: un buen profesional fisioterapeuta conseguirá reducir sus molestias y prevenir su aparición.