Tres familias trabajaban en negro desde el 2008 y vivían en condiciones deplorables.
Según informó la Subsecretaría de Trabajo, tras una denuncia anónima que recibieron en la delegación de Tunuyán, registraron que tres familias vivían en casas que carecían de servicios básicos y en condiciones indignas. El empleador recibió un acta de infracción y fue emplazado a presentar la documentación laboral correspondiente.
Las casas eran habitadas por cuatro adultos y cinco menores. Las viviendas tenían paredes de bloques sin revocar, pisos de tierra, techos de fibra con una cobertura interna de bolsas de plástico y cartón. Las instalaciones eléctricas eran precarias y en el momento de la inspección se encontraban en desuso por falta de provisión de energía.
En los cuartos de las viviendas había fogones a leña y cocinas con conexiones de gas envasado irregulares. También observaron candiles caseros realizados con botellas de vidrio y con la utilización de gasoil como combustible.
Las familias no contaban con ningún recurso para la conservación de alimentos y no accedían al servicio de agua potable. Transportaban agua en bidones de agroquímicos en desuso desde otros lugares de la finca para el consumo y otros usos.