Por Alejandrina Zotelo
Vivimos una etapa donde el confort parece ser la única meta de nuestros esfuerzos, donde las publicidades nos dicen constantemente lo “infelices” que podemos ser por no tener tal o cual cosa, en un sistema donde su ritmo acelerado y el permanente cambio provocan la necesidad de consumir y sólo, consumir. En este marco, en una era que podríamos llamar “consumista”, nos convertimos en una sociedad productora de una gran cantidad de deshechos.
Lo preocupante de esto es, que sin darnos cuenta, o sin querer darnos cuenta, dejamos rastros que inevitablemente dañan y se suman al desequilibrio ecológico. Así a la vista está la cantidad de papeles, envases, bolsas y diferentes desperdicios que se encuentran en nuestras calles, campos, acequias o ríos.
En el Valle de Uco esta realidad no es diferente. El responsable del área de Medio Ambiente de Tunuyán, Daniel Morsucci, manifestó que es frecuente que los vecinos arrojen basura a la vía pública, en los espacios verdes o cauces. En este sentido el funcionario aseguró que desde el sector trabajan con programas de concientización, especialmente en escuelas ya que considera de suma importancia transmitirles el mensaje a los más chicos. Además comentó que usualmente suelen informar a través de la radio o folletería, comunicados en pos de llamar a la reflexión acerca de la temática pero también sobre las podas clandestinas y el uso de pilas.
Por su parte, la ambientalista de Tupungato Celeste Zuñer, expresó que son diversas las actividades que se llevan a cabo en el departamento en materia medioambiental como el trabajo en conjunto con el Consorcio Intermunicipal Centro (COINCE), la colocación de depósitos de pilas, la extinción de contenedores que provocan focos de infección ya que acumulan residuos, etc. También agregó que es de suma importancia lograr que los habitantes tomen reparo de esta problemática por lo que constantemente efectúan conferencias, concursos o la entrega de folletos en instituciones educativas con el objetivo de cumplir dicha función.
Son numerosas las malas acciones que realizamos en relación al medio ambiente sin dar cuenta de ellos. En nuestra zona es habitual la quema de hojas secas que provocan combustibles que afectan directamente a la salud por ejemplo. Arrojamos residuos de cualquier tipo a acequias, ríos y cuencas que producen contaminación en el agua, la gran fuente de vida por la que luchamos. Cortamos árboles, envenenamos campos con la utilización de químicos que perjudican inexorablemente a nuestra flora y fauna.
En este sistema lineal en el que usamos gran cantidad de recursos naturales para desechar mucho más sin poder regenerarlos. En Argentina existe un aumento de desechos per cápita en Capital, cada habitante deposita 1 kilo de residuos diariamente a lo que se les suman los que se ocasionan en la calle, la “basura especial” que se produce con cada recambio de un electrodoméstico, una mejora edilicia, con cada renovación de mobiliario, de elementos de higiene o de escritorio, etc. En general cada deshecho significa el desgaste o la contaminación de quintales de “insumos”, desde agua hasta otras materias primas, sólidas, líquidas o gaseosas, provenientes de todos los niveles bióticos.
En Mendoza, a pesar de que es la única provincia en Argentina donde se trabaja con un plan para erradicar todos los basurales a cielo abierto y remediar los que están en funcionamiento, todavía hay mucho trabajo por hacer en cuanto a la concientización ciudadana frente al tratamiento de los residuos.