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Se bajó Sanz y Alfonsín quedó como el candidato presidencial del radicalismo

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El senador nacional del radicalismo, Ernesto Sanz, anunció ayer que no competirá en las primarias abiertas del 14 de agosto, por lo que el diputado nacional Ricardo Alfonsín se convirtió en el único candidato presidencial de la UCR de cara a las elecciones de octubre.

El senador nacional oficializó su decisión a casi un mes de bajarse de la preinterna radical que estaba pautada para el 30 de abril, y de la que desistió de competir frente a Alfonsín.

Sanz declinó su candidatura a través de un comunicado, en el que argumentó que «ir con dos candidatos radicales a las elecciones primarias (de agosto) podría dar una oportunidad a quienes están buscando la reelección».

Asimismo, reconoció que «Ricardo Alfonsín es el referente partidario con más posibilidades», por lo que sostuvo: «He decidido dejar de ser un competidor y permitir que él represente al conjunto del radicalismo» en las presidenciales de octubre.

De esta manera, Alfonsín se quedó con la postulación presidencial de la UCR, ya que Julio Cobos había renunciado a su precandidatura a principios de este mes.

Fuentes cercanas a Sanz señalaron a Télam que el senador mendocino retomará la conducción del Comité Nacional (actualmente en manos del alfonsinista Angel Rozas) el próximo 23 de junio, un día después de que expire el plazo para inscripción de alianzas en la Justicia Electoral, para «no interferir en el esquema de acuerdos» que planea la conducción radical, dominada ayer por el alfonsinismo.

En el comunicado, Sanz dejó en claro que aportará a la candidatura de Alfonsín, al tiempo que insistió en la necesidad de que el radicalismo articule un «amplio acuerdo» con otras fuerzas de la oposición para enfrentar al kirchnerismo.

«Mi forma de aportar al radicalismo y al país hoy, es acompañar al candidato y al partido en este proceso», destacó el ahora ex precandidato, al tiempo que agregó que «es hora de fortalecer» al centenario partido «camino a un amplio acuerdo alternativo al oficialismo».

Alfonsín fue el primero en saber de boca del senador mendocino que se bajaba de la carrera presidencial, durante una reunión que ambos dirigentes mantuvieron anoche y de la que también participó el titular del bloque radical en el Senado, el alfonsinista Gerardo Morales.

Fuentes cercanas a Sanz dijeron a Télam que su determinación obedeció a que «vio que el partido se encaminaba hacia un acuerdo electoral más amplio», por fuera del Frente Progresista que, hasta ahora, el radicalismo solo impulsaba junto al Gen y al socialismo.

El encuentro que mantuvieron el miércoles en Córdoba el candidato radical a la gobernación, Oscar Aguad, y el jefe de gobierno porteño y, hasta ahora, candidato presidencial del PRO, Mauricio Macri, más la posibilidad de que UCR acuerde una lista de adhesión con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, van en esa dirección, dijeron las fuentes.

Sin embargo, la posibilidad de que el radicalismo avance en acuerdos electorales con De Narvaez y el PRO, ya fue ampliamente rechazada por la líder del GEN, Margarita Stolbizer, y el socialista Hermes Binner, pese a que Alfonsín todavía no dio una definición concreta al respecto.

Con todo, Sanz decidió abandonar su precandidatura, tras el acuerdo que sellaron días atrás Cobos y el diputado bonaerense para trabajar en conjunto en la campaña electoral, y que lo había dejado sin espacio para sostener su postulación.

«Ahora Ernesto trabajará como un militante más, detrás de la candidatura de Ricardo» dijeron desde su sector, y se espera que en los próximos días nombre a los dos integrantes que le corresponden en la Comisión de Asesoramiento Político, conformada por alfonsinistas y cobistas para trabajar en la elaboración del programa de gobierno del partido y las políticas de alianzas.

«La mayoría de los argentinos quiere un cambio pero, con la oposición fragmentada, podría regalarse un triunfo al oficialismo» señaló Sanz en su comunicado, y agregó que «como militante del radicalismo, reconozco que para ser garantía de cambio nuestro partido necesita de radicales comprometidos y unidos».

El senador mendocino sostuvo también que la Argentina «necesita un horizonte claro de cara a octubre. Por eso, durante meses he luchado para que la UCR no se encerrara en una alianza chiquita sino que liderara una coalición amplia y fuerte».

«Más allá de algunos matices advierto en los últimos días que el camino del acuerdo amplio es el que se quiere transitar», completó.

La decisión de Sanz tomó por sorpresa a algunos de los principales operadores de su sector, quienes dicen sentirse «defraudados» al tiempo que lo acusaron de tener «un esquema de decisiones demasiado individualista».

«Ayer estuve reunido más de una hora y media con él y no me dijo que iba a tomar esa determinación, ni que se encontraría con Ricardo (Alfonsín), señaló a Télam el histórico dirigente bonaerense, Federico Storani, quien, sin embargo, reconoció que vio al senador un «tanto desalentado» en competir en las primarias del 14 de agosto.

«Tomó solo la decisión de proponer la interna del 30 de abril para competir con Ricardo en contra de nuestra opinión, después se bajó y se recluyó en Semana Santa en San Rafael y ahora esto», explicó Storani.

El dirigente bonaerense sostuvo además que intentó persuadir al senador mendocino a que continuara en la carrera presidencial, al tiempo que consideró que «con esta decisión creo que se verá afectada su credibilidad y con ella su futuro político».

En tanto, el vicepresidente Julio Cobos, señaló, también a través de un comunicado, que «comparto los fundamentos brindados hoy por Ernesto Sanz» y posteriormente, le solicitó al senador por Mendoza que retome «cuanto antes» la conducción del partido.

A su vez, uno de los principales operadores de Alfonsín, el titular de la UCR bonaerense, Miguel Bazze, señaló a Télam que la decisión de Sanz «terminó de ordenar» la UCR, al tiempo que destacó: «Somos el primer partido que puede exhibir un candidato a presidente, ni el oficialismo lo tiene definido, ni el PRO».

Bazze señaló además que el radicalismo trabajará en la «consolidación Frente Progresista», aunque dejó abierta la posibilidad de acuerdos provinciales con el peronismo disidente y con el PRO.

«Tanto Cobos como Sanz han solicitado que el partido tenga capacidad de apertura y nosotros creemos que debemos darnos la posibilidad de construir acuerdos con otras expresiones políticas», concluyó.