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Federer visitó el país y en su primera comida disfrutó de un vino elaborado con uvas consultinas

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El tenista suizo causó una revolución en pocas horas de estadía en la Argentina. Y en su primer almuerzo disfrutó lo mejor de las carnes a la parrilla en un importante restaurante de Puerto Madero, a las que acompañó con un gran tinto de Catena Zapata.

Para muchos, Roger Federer ya es el mejor tenista de todos los tiempos. El suizo por segunda vez visita la Argentina, y si bien se frustró la posibilidad de verlo jugar nuevamente contra Juan Martín del Potro, se nota que acá la pasa muy bien: “El público argentino es único”, sentenció.

Se sabe que en sus primeras horas en el país fue a almorzar a Cabaña Las Lilas, a metros del hotel de Puerto Madero donde está hospedado, junto a su contrincante, el joven alemán Alex Zverev.

Dicen que se fue con la panza llena; después de quedar cautivado por el asado y las mollejas, pudo probar además chorizo, morcilla y un ojo de bife a punto, acompañado con papas fritas, espinaca a la crema, cebollines asados y champiñones a la provenzal. También comió postre y tomó un café espresso. Pero la gran pregunta es si pudo tomar vino.

Eduardo Celestino Rodríguez, el eterno sommelier del restaurante, confesó la conversación previa que tuvo con el tenista.

Fue él quien lo recibió en la entrada y lo acompañó a su mesa, luego de darle la bienvenida.

Al momento de solicitar el vino, Celestino le preguntó cómo le gustaban los vinos, y Roger Federer dijo “me quiero tomar un malbec”. Ahí, la persona que lo acompañaba ordenó traer el mejor Malbec de la carta. El sommelier, astuto, en lugar de traerle el vino más caro, optó por un vino que sea más representativo y pueda contar una historia. Y les sirvió el Malbec Argentino de Catena Zapata, un vino que describe, ya desde su llamativa etiqueta, el origen francés de la cepa, su llegada al continente y su actualidad tan exitosa. Es un vino elaborado con uvas de los viñedos más antiguos de la familia Catena, en La Consulta (Valle de Uco) y Lunlunta (Luján de Cuyo).

Que uno de los mejores tenistas del mundo tenga al malbec in mente es sinónimo de lo bien que la cepa representa al país en el mundo. El sommelier se quedó atento al lado de Roger, y sin sacarle los ojos de encima, aseguró que “lo probó y fue feliz”.

El suizo se sacó fotos con todos y siempre estuvo muy amable, incluso les firmó autógrafos a todos los que se le acercaban a la mesa.

Al finalizar la comida, con la panza llena y (al parecer) el corazón contento, de manera muy gentil accedió a sacarse una foto con el sommelier, aunque la casa lo prohíbe.

Fuente: Infobae