Las petroleras prevén un aumento tras la escalada del dólar.
La suba del dólar impacta de lleno en los bienes de la economía que están dolarizados como los combustibles y las tarifas de luz y gas.
Desde la Secretaría de Energía explicaron que hay “cero chances de un descongelamiento” de los precios de los servicios públicos. En abril el Gobierno había anunciado que no habría más aumentos hasta diciembre.
Del precio del gas, el Gobierno subsidia en promedio un 12% con el plan de incentivos a la producción de la resolución 46. También financia la tarifa social y el subsidio al gas patagónico.
Con respecto a la luz, las distribuidoras compran la energía a Cammesa, la empresa mixta con control estatal que a su vez compra y decide los despachos de electricidad. Los usuarios pagan un 72% del costo de la energía, el resto es subsidiado por el Ministerio de Hacienda.
Sin embargo los precios de las naftas están liberados y dependerá de las petroleras decidir cuánto y cuándo trasladarán a previos la devaluación del peso. Lo cierto es que la decisión de aumentar está sobre la mesa.
Hasta antes de la disparada del dólar, el precio de los combustibles ya estaba atrasado en relación con el valor de paridad de importación. Según el informe de resultados de YPF del segundo trimestre, los precios de la nafta en dólares antes de impuestos estaban 11% abajo en comparación con el período anterior. Con la devaluación del 18%, la diferencia de precios se hizo mayor.
Fuente: La Nación