La iniciativa buscar endurecer las sanciones y penas para quienes consuman bebidas alcohólicas y conduzcan.
La semana pasada, el Ejecutivo presentó en la Legislatura de Mendoza un proyecto de ley sobre “endurecimiento de sanciones para conductores ebrios”. La iniciativa impulsa modificar leyes con el fin de agravar tanto las multas como las sanciones para quienes conduzcan alcoholizados con el objetivo de generar conciencia en los ciudadanos y de esta manera prevenir los accidentes.
Este jueves, concejales de Tunyán manifestaron- a través de un escrito– el apoyo a este proyecto y la «imperiosa necesidad» de que se debata.
» La sociedad hoy tiene cada vez más en cuenta la peligrosidad potencial de la conducción bajo los efectos del alcohol. Ese temor se ve confirmado en las crónicas periodísticas donde tras cada fallecimiento, en muchos de ellos se encuentra el halo negativo del alcohol de quien conduce. Así, el vehículo se convierte en un arma ante quien desmerece sus condiciones físicas y mentales por la ingesta de bebidas alcohólicas, asumiendo una actitud de indiferencia hacia la vida de las demás personas» indica el texto de los ediles.
La iniciativa del Gobierno propone la sanción para aquel conductor que arroje más de 500 miligramos y hasta un gramo de alcohol en sangre será de una multa que va desde 3.000 Unidades Fijas (UF) hasta 6.000 UF, a la fecha, $36.000 a $ 72.000. Además de la retención del vehículo y de la licencia de conducir, también será pasible de la inhabilitación por hasta 180 días para manejar.
Encontrada una persona al volante con esa medición, el procedimiento pasa de vial a contravencional. Es decir, comienza para el conductor un proceso con intervención judicial, el que no podrá eludir y que no consiste solamente en abonar una liviana multa.
El que conduzca con un gramo o más de alcohol tendrá un juicio donde arriesgará las siguientes penas: multa de 4.000 a 9.000 Unidades Fijas ($12 la UF), a la fecha, $48.000 a $108.000, o arresto, el que será de hasta 30 días y la inhabilitación para conducir vehículos desde 90 a 365 días.
«En las multas por alcoholismo de este año por ejemplo, prácticamente todos los multados eran reincidentes. Es decir, no tomaron conciencia de la sanción anterior, y mucho menos de los riesgos de la conducción en ese estado. De hecho, los autores suelen pagar en efectivo la multa, pero no dejan de conducir con alcohol encima» alega el texto de los concejales tunuyaninos.
«Por ello es que las penas aquí agregan el arresto como forma de comprender la gravedad del problema, como respuesta a lo que puede ocurrir en ese estado, además de la inhabilitación para conducir. Ya que la reincidencia campea, hay vehículos introduciendo un riesgo gigante en la sociedad (…)Es una medida de protección, acorde, y que disminuirá el riesgo de nuevos accidentes y fallecimientos» resalta.