En los negocios cuesta conseguir más que una sola marca y los que venden sólo dan entre una y tres unidad por cliente.
Ante la falta de opciones, los clientes se encuentran con que los precios están en hasta un 30% más caros que los productos que solían adquirir habitualmente. Así, mientras que la marca del programa de Gobierno debería venderse en sachet en poco menos de $30 (para la región Cuyo, no figura el valor en la lista), la denominada primera marca supera los $40, y en los supermercados de barrio mendocinos se acerca a los $60.
Entre las razones que explican la falta de leche, o de ofertas de diferentes marcas, se encuentran por un lado las inundaciones de fines del año pasado, que significaron pérdidas irremplazables para los empresarios de la cuenca lechera, y el aumento de las exportaciones en leche en polvo que provocó una disminución en la cuota de leche líquida y productos lácteos destinados al mercado interno.
Por otro lado, el precio de la leche que aumenta cada quince días y que ya acumula un 30% en lo que va del año, impulsó a las familias a buscar nuevas alternativas e incluso a volver a los tambos.
Fuente: Los Andes