Está acusado de haber matado a las hermanas israelíes el mes pasado.
Como era de esperar debido a la gran cantidad de pruebas que hay en su contra, la fiscal pidió que Gil Pereg (36) continúe privado de su libertad hasta la llegada de un juicio por el doble crimen de su madre y su tía, las turistas israelíes ultimadas a mediados de enero pasado.
La magistrada de Homicidios Claudia Ríos hizo un pormenorizado relato de los hechos basados en pruebas que constan en el expediente. Consideró que el doble crimen fue premeditado sobre todo porque Gil Pereg denunció como robada el arma calibre 38 que utilizó para matar a su tía cuatro días después.
También introdujo como novedad la pericia psiquiátrica donde se estableció que el sospechoso maneja sus emociones; se mostró hostil, evasivo, desafiante, irónico y confrontativo; que es indiferente excepto por la vinculación con sus mascotas; y que oculta y manipula información en forma ganancial.
Por el lado de la defensa, el abogado Maximiliano Legrand pidió la nulidad de los allanamientos que se realizaron antes de que Pereg sea detenido porque «no había pruebas o indicios en su contra» y no se precisaron los elementos a secuestrar.
La defensa solicitó que el acusado recupere su libertad o se establezca prisión domiciliaria -en el predio donde encontraron los cuerpos- ya que no tiene dinero para fugarse, tiene arraigo en sus gatos y en causas anteriores se ha sometido a la investigación.
El juez penal colegiado Sebastián Sarmiento resolverá la situación el próximo jueves por la tarde.
El hecho
Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) llegaron a Mendoza el 11 de enero pasado. Las mujeres israelíes venían con el objetivo de visitar al hijo de Sarusi, Nicolás Gil Pereg -así se hacía llamar-, quien vive en la provincia desde hace diez años aproximadamente.
De hecho, al día siguiente se reunieron con el hombre y los tres fueron juntos hasta el lugar donde vive en condiciones de poca higiene: un predio de canchas de fútbol y de paddle abandonadas. Desde ese momento, no fueron vistas nunca más.
Gil Pereg fue sospechoso por su extraño modo de vida -vivía como un marginal pero tenía 3 millones de pesos en su domicilio-, aunque nunca se pudo encontrar pruebas para vincularlo. La Justicia investigó el caso como una averiguación paradero hasta el 25 de enero cuando un cotejo con una mancha hallada en su domicilio determinó que era sangre de las víctimas. Esa misma jornada fue detenido y al día siguiente se encontraron los cuerpos.
Lily Pereg, quien era docente de microbiología en Australia, fue ultimada de tres disparos. En tanto que la madre del acusado fue estrangulada. Ambas fueron empaladas con un hierro de construcción cuando ya estaban sin vida.
Desde entonces Gilad Pereg se encuentra detenido e imputado por homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Arriesga la única pena de prisión perpetua.
Fuente: Diario UNO