Ocurrieron el año pasado y todos fueron calificados como femicidios, delito que se encuadra en la figura del artículo 80 del Código Penal.
En la provincia el año que recién termina dejó como trágico saldo once femicidios, por lo que muchos de estos casos podrían ser analizados en juicio por jurado.
Otros ya fueron cerrados, como el ocurrido el 13 de febrero, cuando José Patricio Molina, de 39 años, mató a Mayra Bueno, de 25 años; su madre Mónica Outeda (51) y a Lautaro Vega, de 7, hijo de Mayra. Los cuerpos fueron encontrados en el interior de una vivienda de Guaymallén que el criminal intentó destruir con un incendio. Molina, por su parte se ahorcó antes de ser detenido.
También en febrero, Roberto Audano, de 70 años, mató de dos disparos a la ciudadana chilena Concepción “Conchy” Arregui (59) y después tiró su cuerpo en las aguas del dique Potrerillos, de donde fue rescatado.
Este caso quedó clausurado en diciembre cuando el matador, reconoció el crimen en un juicio abreviado y terminó siendo condenado por femicidio a prisión perpetua.
Otro de los casos “cerrados”, ocurrió en marzo, cuando Gustavo Fabián González (48) mató de un balazo a su esposa María del Carmen Sinatra (41) y luego se suicidó de la misma manera, tras una discusión en una casa ubicada en Las Heras.
Además, un hecho que continúa siendo investigado, y por lo tanto aún no tiene responsable, es el relacionado con Karen Ayelén Sposato, una joven de 23 años, que fue encontrada incinerada en su casa de Las Heras. La instrucción confirmó que el incendio había sido provocado, a lo que se sumó el descubrimiento de que la víctima tenía un fuerte golpe en la cabeza. Desde la fiscalía se orientó la investigación hacia la pareja de la mujer, a quien había denunciado por violencia de género.
Lo que se viene
Diferente es la situación de otros casos que, terminada la instrucción, las causas estarían en condiciones de ser elevadas a debate y que, por sus características (homicidios agravados), podrían quedar habilitados para ser desarrollados en Juicio por Jurado.
Esta es la situación del crimen de la empresaria Norma Carleti (59), ocurrido el 5 de marzo, cuando recibió por parte de los agresores más de 50 puñaladas, muchas de ellas dadas cuando ya había dejado de existir. Por el hecho y a las pocas horas fueron detenidos tres hermanos de apellido Guerrero y 10 días después corrió la misma suerte Leonardo Hisa, ex pareja de la víctima, acusado de ser el autor intelectual del femicidio.
Otro caso es el ocurrido el 16 de abril, cuando un policía llamado Hugo Acuña (33) asesinó a su pareja Lorena Segura, de 30, de un disparo con su arma reglamentaria, que utilizó después de una discusión en la vivienda que ambos compartían en el departamento de General Alvear. La bala impactó en el corazón de la mujer que murió en el acto, mientras el uniformado se entregó poco después.
También se espera que pueda llegar a juicio en los próximos meses el crimen contra Gregoria Flores (30), asesinada a golpes por su marido, José Llanos, en la finca donde vivían con sus hijos, en el departamento de San Martín. El homicida enterró el cuerpo y escapó a Bolivia, pero después volvió y confesó el crimen.
Triple crimen
En el mes de julio, otras dos mujeres y un niño fueron asesinados, en este caso el triple crimen ocurrió en Maipú.
Las víctimas fueron identificadas como Karen Arena, de 22 años, su madre, Alejandra Ferreyra, y el nieto de ésta Yariel Bruno, de 4. Unas zapatillas manchadas con sangre llevaron a la policía a detener a Ezequiel Ledesma, de 23 años, que supo ser novio de Karen, hasta que ella decidió cortar la relación.
Dentro de esta síntesis de hechos policiales y que tienen a la mujer como víctima, está el ocurrido en la madrugada del 29 de octubre, cuando Ivana Milio, una empresaria de 46 años, fue asesinada a golpes en su casa de San Martín. La alerta fue dada por la hija de la víctima, quien encontró el cuerpo.
Fuente: Los Andes