Los dos primeros tienen que ver con ajustes determinados a principio de año y el tercero presentará variaciones acordadas en Buenos Aires.
El último mes del año llega con al menos dos aumentos bajo el brazo para los mendocinos. Las boletas de agua mostrarán la última variación, de 12%, de un total de cinco ajustes que se fijaron a lo largo de 2018 para alcanzar un 78% en total.
Además, quienes tienen un plan de medicina prepaga recibirán sus facturas con un incremento de 8,5%, también el último de cinco que el gobierno nacional autorizó a estas empresas. Por último, subirá el GNC en Buenos Aires y podría impactar en Mendoza.
Como contraparte, la tarifa de gas domiciliario tuvo una última modificación en octubre, los montos volverán a revisarse recién en enero y el verano es una época de baja en el consumo. En tanto, las boletas de la luz, como estableció una resolución del Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), mantendrán los mismos montos hasta el 31 de enero.
Esta información puede ofrecer alivio ya que, como dio a conocer el Indec hace unos días, los salarios de los argentinos perdieron en promedio 14 puntos porcentuales frente a la inflación entre enero y setiembre.
Aumentos en detalle
El agua tuvo cuatro incrementos en lo que va del año, de 30% en abril -que en realidad se aplicó de modo retroactivo-, y de 12% en junio, en agosto y en octubre. Sin embargo, el esquema de subas que el Ente Provincial del Agua y Saneamiento (EPAS) le autorizó a Agua y Saneamiento Mendoza (Aysam) establece un último ajuste, de 12% en diciembre.
En la audiencia pública la empresa -no es la única que ofrece el servicio de agua y cloacas en la provincia, pero abastece a más de 400 mil hogares- informó que 80% de los usuarios pagaba desde noviembre de 2016 una boleta bimestral de $ 294 por ambos servicios. Al terminar 2018, ese valor habrá crecido hasta los $ 523, que refleja el 78% de aumento autorizado por el EPAS.
Por su parte, las empresas de medicina prepaga han aplicado cuatro subas en 2018: de 4% en febrero, de 7,5% en junio y en agosto, y de 8% en octubre; con lo que la variación acumulada llega al 27%. Pero ya se había adelantado la posibilidad de que el Ministerio de Salud de la Nación autorizara a las empresas un nuevo aumento, lo que efectivamente ocurrió y será de 8,5%.
Los combustibles
El precio de la nafta ha tenido 14 subas en 2018 que acumulan un alza de más de 75%, pero el gobierno nacional solicitó a las petroleras que bajen el precio de los combustibles un 10%, al menos para los productos premium, por lo que no habría nuevos aumentos antes de que termine 2018.
Es diferente el caso del GNC, que hoy subirá en Buenos Aires y podría tener algún incremento en Mendoza. Es que las estaciones de servicio de la capital del país llevarán el precio del m3 de $ 14 a $ 16, un valor que ya existe en la mayoría de las bocas de expendio locales. La duda es si las estaciones de Mendoza se quedarán en ese valor o aumentará a $ 17 o más.
Incremento en enero
El gas tuvo una variación considerable en lo que va del año. El cargo fijo subió 78% desde enero. En cambio, el variable, es decir, el precio por metro cúbico, aumentó 127% para los usuarios R1 y R2 1; 125% para los R2 2 y R2 3; 76% para los R3 1, 2 y 3; y 52% para los R3 4. En octubre, cuando se aplicó la última suba, se adelantó que había que esperar un nuevo ajuste de 15% en enero.
El monto de la factura de energía eléctrica de un productor vitivinícola tipo, que riega con agua de pozo, tuvo un aumento de 36% entre enero y setiembre, y de 114% interanual (entre setiembre de 2017 y el mismo mes de 2018). En tanto la variación en la boleta de un establecimiento elaborador fue de 33% en los primeros nueve meses de 2018 y de 99% en el último año.
Los datos se desprenden de un informe del Observatorio de Economías Regionales de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas). El estudio indica que el riego representa 12% de los costos de producción vitícola (sin impuestos, de un productor con 10 hectáreas, alcanzado por la compensación de riego agrícola) y la factura eléctrica asciende a 21% de los insumos de un establecimiento elaborador (sin considerar la materia prima).
Desde Acovi proponen la implementación de líneas de financiamiento permanentes para implementar planes de eficiencia energética, con tasas de interés mínimas. También solicitan la revisión de la carga impositiva en las facturas.
Fuente: Los Andes