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Con el cambio a favor, más de 20 mil chilenos llegaron a Mendoza para pasar el fin de semana

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Hoteles, gastronomía y entretenimiento son los rubros más beneficiados por la “invasión” trasandina. Testimonios.

Las calles de la capital mendocina se parecieron mucho este fin de semana a cualquiera de Santiago, Valparaíso o Viña del Mar. Porque unos 23 mil chilenos cruzaron la Cordillera de Los Andes entre el viernes y sábado para aprovechar los feriados patrios en el vecino país y la devaluación del peso argentino, que de nuevo transformó a nuestro país en un lugar más que atractivo para los extranjeros que buscan pasear y descansar.

Mendoza fue el sitio elegido por la mayoría: hubo largas filas y esperas de hasta cinco horas para cruzar el paso Cristo Redentor, la principal vía de integración terrestre entre ambos países. “Pero vale la pena”, dijo Rodrigo, un joven que por primera vez visita Mendoza. “Llegamos el sábado y esto parecía el paseo Ahumada”, agregó sonriendo, en referencia a la tradicional peatonal de la capital chilena.

Es que ese inconfundible tono de voz que copó las plazas y bares mendocinos, junto a la gran cantidad de autos con patentes chilenas circulando, fueron las muestras más elocuentes de una “invasión” que fue recibida con los brazos abiertos por los comerciantes mendocinos, quienes se esperanzan con que la masiva llegada de turistas impulse las alicaídas ventas.

Rodrigo, que viajó con su novia Gabriela y una pareja amiga, relató que viajaron a Mendoza sin reservas hoteleras y conseguir una habitación no fue una tarea sencilla. Entre otros motivos, porque algunos empresarios mendocinos elevaron los precios de forma desmedida. “En un hotel nos quisieron cobrar 4.000 pesos por una habitación, pero conseguimos otro por 1.100 con desayuno y cochera”, aseguró.

La misma experiencia vivieron Juan Díaz con su esposa Cecilia y su pequeña hija Amanda. “Nos costó mucho conseguir hotel. Recorrimos varios y finalmente en el quinto que consultamos tenían habitaciones disponibles”, manifestó el hombre de 32 años y oriundo de Santiago. “Recién estamos recorriendo, pero vemos que los precios están un poco más baratos”, dijo mientras visitaba la Plaza Chile, ubicada en el corazón de la Ciudad de Mendoza y que por estos días se convirtió en una visita obligada para los trasandinos.

En ese espacio verde se conjugan, desde el viernes y hasta el próximo martes, espectáculos artísticos, kioscos de productos típicos y carpas donde se pueden comprar desde las clásicas comidas chilenas hasta asado y chivo. Allí el “cola de mono” ($ 100), el pisco ($ 100), las empanadas de pino ($ 60), de marisco ($ 80) y de camarón con queso ($ 100) y los “completos” ($ 100) fueron las estrellas gastronómicas.

Mientras recorrían la plaza, Eduardo Lobos, América Torres, Rosa Solorza y Manuel Correa destacaron la amabilidad de los mendocinos. Los cuatro viajaron desde Curicó, una ciudad ubicada a 200 kilómetros al sur de Santiago, y sólo lamentaron las cuatro horas de espera que soportaron en la Aduana.

Iván Rojas y Sofía Castillo llegaron el viernes a primera hora y evitaron las demoras en el cruce. “Nos favorece bastante el cambio”, indicó la pareja que vive en San Francisco (Rancagua) y que tiene familiares en Mendoza.

En la misma sintonía Franco Heresmamn, que vive hace muchos años en Mendoza pero con su gorra y camiseta de Santiago Wanders demuestra que mantiene sus raíces y costumbres, también afirmó que “los precios accesibles y el cambio favorable” son las principales razones del aluvión de visitantes.

Hoteles, gastronomía y entretenimiento son los sectores más beneficiados. Sin embargo entre los comerciantes mendocinos de otros rubros, como artículos de cuero e indumentaria, existe cierta cautela porque admiten que pese a la devaluación, los precios aún son altos en dólares para el consumo extranjero. En electrónica e indumentaria, los precios de Chile todavía son más convenientes, o la diferencia no justifica el viaje.

Fredy, Verónica y su hijo André son de Valparaíso y llegaron el jueves a Mendoza. “El viaje estaba medio planificado y además el cambio nos favorece”, señaló la mujer. Sin embargo, su esposo indicó que la idea es “pasear” y sólo comprar “algunos recuerdos”.

La avenida Las Heras, donde conviven restaurantes, negocios de venta de artículos regionales, chocolaterías y tiendas de indumentaria, es otra de las preferidas de los chilenos. “Estamos paseando y conociendo”, dijeron Felipe (23) y Cristian (22) mientras observaban una vidriera. Los jóvenes no dejaron dudas al confirmar los motivos de su viaje a Mendoza: “Cercanía y precios”.

Roberto Sánchez y Marisol Ahumada viven en Viña del Mar y desde el sábado están en Mendoza. “Algunos precios son más convenientes, otros no tanto. Por ejemplo, los productos de cuero están muy caros y en la comida no hay diferencia”, sentenciaron.

 

Fuente: Clarín