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Salud: los riesgos de llevar el celular a la cama, el error más común de los seres humanos

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La luz azul o LED interfiere negativamente en el ‘buen dormir’. ¿Qué indicaciones recibe el cerebro? Expertos explican por qué es recomendable alejarse de los dispositivos tecnológicos al menos una hora antes de acostarse

Un dilema tan real como la era digital: «¿Miro el celular porque no tengo sueño o no tengo sueño porque miro el celular?». Así se gesta un círculo vicioso que conduce inevitablemente a modificar los hábitos de sueño y por ende, a poner en riesgo a la salud.

¿Qué sucede en el cerebro? «Estamos exponiendo a nuestros ojos a una lluvia de fotones que básicamente le dicen al cerebro ‘mantenete despierto, aún no es hora de dormir'», explicó el doctor Dan Siegel, profesor clínico de psiquiatría en UCLA. Es que la luz de la pantalla impide que se genere la ‘hormona del sueño’ por excelencia, la melatonina.

«A partir de las 20 es cuando comienzan a producirse los mecanismos fisiológicos que nos llevan a conciliar el sueño. El ojo tiene además una estructura en la retina que tiene por objeto censar la luz y estimular la producción de esta sustancia clave», amplía a Infobae el doctor Daniel Pérez Chada, jefe de la Clínica del Sueño del Hospital Austral.

Pero ese no sería el único ‘inhibidor’. «No hay un aspecto único, es decir, no es solamente la exposición a la luz. Hay otros factores. Si lo que uno lee o ve antes de dormir le genera alegría o angustia o lo estresa, interviene además un factor emocional», dice Pérez Chada.

Por qué es importante dormir

El sueño permite que las neuronas descansen, pero además, permite que las células de alrededor «limpien» las toxinas que producen las neuronas. «Si no se duerme de 7 a 9 horas por noche; si sólo duermes 5, las toxinas se quedan allí. Eso le sucede a más del 95% de las personas, aunque hay una elite que es genéticamente distinta y no necesita dormir tanto para que todo esto suceda. Pero la gran mayoría de nosotros necesitamos de 7 a 9 horas de sueño. Todos los días», agrega Siegel.

En esta ‘sociedad noctámbula’, la restricción del sueño tiene serias consecuencias para la salud: se produce un deterioro en la atención, disminuyen las funciones ejecutivas -aquellas que permiten generar tareas múltiples-, el aspecto emocional también se ve afectado y por ende, la persona es más proclive al estrés y a enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos y metabólicos. «Además, hay una reducción en la inmunidad respecto a enfermedades oncológicas», precisa Pérez Chada.

Según las últimas estadísticas del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, en su informe «Sueño y sociedad 2015», el 22 por ciento de la población asegura tener somnolencia diurna.

«Debemos priorizar el sueño. Apagar las pantallas al menos 1 hora antes de ir a la cama, antes de que todos los ciclos cronobiológicos se arruinen», sugiere Siegel.

Los responsables del LED

Se trata de tres investigadores japoneses que recibieron el Premio Nobel de Física en 2014 por haber descubierto hace veinte años el LED azul, indispensable para generar dispositivos que produjeran luz blanca y así, iluminar a muy bajo costo.

Se trata de Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura que lograron eliminar las tradicionales lámparas incandescentes (que emiten en el rojo) por la luz blanca de los LED que es rica en el azul.

Hoy son parte de la vida cotidiana: desde smartphones, tablets, computadoras hasta las luces de los autos o incluso las lámparas que se usan en cada hogar.

 

Fuente: Infobae