Por: Estefy Tello
Nicolás Alfaro es un joven de 25 años oriundo del departamento de San Carlos; actualmente vive en Tupungato y es director de una radio en el distrito Villa Bastías. El pasado sábado 11 de agosto fue reconocido por la Municipalidad de Tupungato por su destacada labor como locutor.
El Cuco Digital dialogó con el joven dueño de un medio de comunicación radial, quien contó cómo llegó a elegir su vocación, cuáles han sido los desafíos a los que se ha tenido que enfrentar para cumplir sus propósitos, el rol fundamental de su familia y los sueños que le quedan por cumplir.
-Nico, ¿cómo empezó tu amor por la locución?
Creo que todos los que amamos la locución comenzamos jugando. Yo desde pequeño agarraba un radiograbador y me ponía a armar programas imitando a Mario Medina, un gran amigo y querido colega, sin saber que con el tiempo se convertiría en mi primer patrón.
-¿Cómo se convirtió Mario Medina en tu jefe?
Un buen día de la vida, allá por el año 2008, FM Eclipse me abrió las puertas y participé de mi primer programa, se llamaba “Trasnoche Juvenil” , bajo la dirección de Claudio Pareyra; participábamos como 20 jóvenes. Mi primera experiencia me encantó, así que pensé que quería dedicarme toda la vida a la locución.
Cuando cerró Eclipse fui a trabajar a la radio Fantástica y luego pasé por radio Maraba 104.7 y también por la 95.5 Comunitaria.
-Recorriste varios medios radiales, ¿cómo fue que abriste una radio en Tupungato?
La FM Popular de Tupungato me abrió las puertas y trabajé cuatro años allí. Estoy muy agradecido. Bueno, además tengo que decir que terminé viviendo en este departamento porque me puse de novio y mi esposa es de acá.
Logré abrir una radio porque ese era mis sueño, y mi esposa que es una fiel compañera, me decía que debíamos esforzarnos por cumplirlo. Así que para poder lograrlo necesitaba de esfuerzo y sacrificio. Saqué un préstamo «Argenta» de 30 mil pesos, pero cómo no me alcanzaba para comprar todos los equipos, le pedí a mi abuelo si el podía sacarme otro crédito y accedió, así que con $60 mil estaba más cerca de comprar lo que me hacía falta y un 5 de diciembre de 2017 inauguré mi radio.
-¿Cómo se llama la radio?
Se llama FM Eclipse, en honor a Mario Medina, que fue el primer director que me abrió las puertas a un nuevo mundo que amé y también me dio la posibilidad de generar una fuente de trabajo a pesar de ser ciego. Él no sabe que la radio se llama así pero me encantaría volver a juntarme con Mario, contarle y dedicarle está radio por su gran ayuda.
-¿Cuáles han sido los obstáculos a los que te has enfrentado para poder cumplir con este sueño?
Todas las noche cuando me acostaba en la cama pensaba, primero, que jamás iba a poder lograr cumplir ese sueño, no porque no me tuviera fe, sino que implicaba de mucho dinero y también recordaba que cada programa que yo hacía, mi hermano Sebastián era quien operaba o ponía la música, pero se puso de novio, con el tiempo formó una familia y ahora está en Buenos Aires porque es militar, entonces me preguntaba cómo haría para operar, para que saliera sonido, sería un desafío manejar los controles. El micrófono lo sabía manejar pero lo demás no.
Gracias a Dios que no me pongo límites y soy un loco de la vida; me animo a todo. Decidí escuchar cómo poder hacer para operar, me conseguí un lector de pantalla y manejo mi computadora cómo si nada. Sé poner música y hasta arreglar los equipos. Ser ciego no es un impedimento para vivir feliz y mucho menos para cumplir los sueños.
Es más, agradezco a Dios haberme dado la posibilidad de tener esta fuente de dinero, aunque es también un reto de a poco ir logrando tener auspiciantes y generar ingresos; cuesta ganar plata en los medios de comunicación, sin embargo mi esposa siempre me dice que tenemos que aguantar, hay que hacerla crecer a la radio y tiene razón.
-Tu esposa es una gran compañera que te apoya en todo, ¿verdad?
Es una gran amiga, compañera y mamá. Tenemos tres hijos, uno que tiene 9 años, otro de 3 y la nena de 2. Mi nene de 9 y mi bebé de 2 son ciego también, al igual que mi esposa, sólo mi hijo de 3 años ve. Sin embargo somos una familia que no tiene dificultades para vivir, para manejarnos, para nada, sólo algunas limitaciones. Por ejemplo te cuento una, el otro día se nos perdieron los bastones en el colectivo y estuvimos bastantes complicado por algunos días hasta que pudimos comprarnos otros y ahí nos dimos cuenta que los bastones son nuestros ojos. También mi pequeño hijo de 2 años sabe que sus papás no ven, así que él muchas veces nos da la mano y nos guía; de todas formas nos manejamos perfectamente.
-¿Un sueño que cumplir?
La radio era mi sueño y ahora que lo cumplí, siempre le digo a mi esposa que mi deseo es viajar por todas las provincias de Argentina.
