Defensa Civil recomienda artefactos de calefacción adecuados y ventilación permanente en los ambientes para evitar las intoxicaciones con el Monóxido de Carbono (CO); además del control de gasistas matriculados.
Ante la llegada del frío, es necesario tener las viviendas calefaccionadas pero para ello las estufas deben estar en condiciones de ser encendidas y así evitar poner en riesgo la vida de los habitantes. Desde Defensa Civil recomiendan la verificación de los artefactos e instalaciones por un gasista matriculado, al mismo tiempo que recuerdan que las hornallas y el horno no son adecuados para calentar los ambientes.
Según estadísticas nacionales, por año se presentan 500 casos de intoxicación por monóxido de carbono, mientras que 50 son las personas que mueren envenenadas por esta causa. Siendo el 72% de los accidentes fatales, por mal funcionamiento de los artefactos o el uso indebido de cocinas y hornos para calentar las habitaciones.
El monóxido de carbono puede producirse cuando el gas (natural o de garrafa), el querosene, leña, alcohol o cualquier sustancia orgánica se quema de forma incompleta y no hay ventilación en la habitación.
Este monóxido se combina con la hemoglobina de la sangre (con una afinidad 250 veces mayor que con el oxígeno) formando la carboxihemoglobina, la cual no puede transportar oxígeno a las células provocando la hipoxia de los tejidos.
Causas que generan el Monóxido de Carbono (CO):
- Insuficiente ventilación del ambiente en donde hay una combustión.
- Instalación de artefactos en lugares inadecuados.
- Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión, desacoplados, deteriorados o mal instalados.
- Quemador de gas con la entrada de aire primario reducida.
- Acumulación de hollín u otro material en el quemador.
Señales:
Hay algunas señales que pueden hacer sospechar la presencia del CO en el ambiente, tales como:
- Llama de color amarilla o naranja, en lugar de la azul normal. Esto es producto del carbono libre en estado de incandescencia.
- Aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.
La mayor parte de los accidentes se producen en invierno ya que, ante las bajas temperaturas, las personas tienden a recluirse en un ambiente, manteniendo cerradas todas las aberturas que en verano están abiertas (puertas y ventanas).
Prevención
Para evitar accidentes, la instalación de los artefactos debe cumplir con las condiciones de ubicación, ventilación y evacuación de gases producto de la combustión conforme a Reglamentaciones Técnicas Vigentes (NAG-200 – Disposiciones y Normas Mínimas para la ejecución de instalaciones domiciliarias de gas). Es por eso que siempre debe ser realizada y controlada por un gasista matriculado.
Antes de encender el artefacto, hacerle un service por un gasista matriculado.
¿Qué hacer frente a una intoxicación?
Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono retire a los afectados del ambiente contaminado hasta un lugar donde puedan respirar aire limpio y fresco, además de llamar al médico de inmediato.
Si es posible procure abrir puertas y ventanas así como apagar la fuente emisora de monóxido de carbono.
Tipos de Intoxicación y Síntomas
La absorción del monóxido de carbono y los síntomas resultantes dependen directamente de la concentración en el aire respirado, el tiempo de exposición y el grado de actividad de la persona.
El monóxido de carbono provoca dos tipos de intoxicación: la aguda, provocada por altas concentraciones, es mortal y no produce síntomas de advertencia significativa.
Y la crónica, que produce
- sueño acumulativo
- fuertes dolores de cabeza,
- náuseas,
- vómitos,
- zumbido en los oídos,
- impotencia muscular y somnolencia, pudiéndose confundir con un estado gripal o mala ingesta de alimentos.
La inhalación prolongada aumenta la somnolencia provocando parálisis en los músculos del tórax, extremidades y laríngeos impidiendo pedir ayuda. Sobreviene luego el desvanecimiento y más tarde puede producirse la muerte.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza