Caen plumas en El Cuco Digital. Un nuevo escrito nace de la mano de Maxi Neila para inscribirse en los títulos de “El Desplume” con “historias personales para (re)pensar lo colectivo. O, si se quiere, trampantojos de una miopía no hereditaria”.
Ese no quisiera ser yo
Vengo de ensuciarme los dedos con barro blanco tiza. Serio. Poco feliz. Apretando los dientes. Vengo con la panza hecha un hervidero después de tragarme una pared. Vengo aturdido por estar tirando de una de las puntas de la cuerda. Miro al cielo y se desploman las preguntas. Atajo una: ¿Para quién hago mi música? La ebullición en el centro de mi universo lejos de aquietarse, se acelera. Cruzo los dedos, los descruzo, respiro hondísimo, cuento hasta diez, miro al cielo, hurgo la tierra o ¿llamo a una puerta? Llamo a una puerta. (Toc toc) La plática se hace larga y encima escucho las palabras que quería escuchar. (Chasquido) Me voy. Golpeo en otra y sale una voz distinta; la vereda de enfrente, aquella que pocas veces me atreví a caminar. La pared de nuevo. Regreso a casa. Mi cuerpo de vidrio estalla. Me cuesta dormirme, puteo para mis adentros hasta que concilio el sueño. Horas después despierto empapado por el trajín nocturno. Como un autómata rajo a poner la firma en un cuaderno. Antes de entrar me decido a cruzar el canal, me siento en la butaca del fondo y desde allí me miro y me re contra juro que ese no quisiera ser yo.
3 comentarios
me encantó profe, muy buena reflexión
Hay momentos en que me siento en ese mismo lugar. Buenísima reflexión compañero!
Muy bueno, me encantó.
Los comentarios están cerrados.