Ingenieros y especialistas en distintas áreas, que se desenvuelven a la Universidad Nacional de Cuyo, acercaron sus visiones al plenario de comisiones que analiza el expediente que autoriza el proyecto minero San Jorge.
Las comisiones de Obras Públicas, Hacienda y Presupuesto, Ambiente, Economía y Legislación y Asuntos Constitucionales que conforman el plenario de comisiones, y diputados de distintos bloques, se reunieron con ingenieros y especialistas de la Universidad Nacional de Cuyo con el propósito de analizar sus inquietudes en torno al proyecto minero San Jorge, en la localidad de Uspallata.
El propósito de las reuniones del plenario se funda en el análisis del expediente que contiene la ratificación de la Resolución Conjunta nº 19 de la Dirección de Minería y de la Dirección de Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, que autoriza la realización del proyecto minero Planta Concentradora San Jorge, “en los términos señalados en el Informe Ambiental presentado por la empresa, y condicionada al cumplimiento de las instrucciones de carácter obligatorio” que se enumeran dicha resolución.
En este sentido, cada uno de los asistentes hizo uso de la palabra para exponer trabajos de investigación y estudios realizados, relacionados a las ventajas y desventajas principalmente en conservación del ambiente, que el proyecto minero puede poner en riesgo.
Aire, agua y suelo
Al comenzar las alocuciones, la ingeniera Sandra Ibáñez, especializada en ingeniería ambiental y aguas subterráneas expuso material audiovisual en el que destacó análisis realizados en base a los cauces de agua existentes en la zona en la que desea instalarse San Jorge.
La especialista sostuvo que no haría juicios de valor sobre los científicos que han trabajado o lo están haciendo en el proyecto pero que si se detendría sobre el objeto de estudio que ella prepondera por sobre ello.
En este sentido subrayó las características fundamentales que posee el río Mendoza y que es necesario mantener como su calidad, cantidad y determinadas particularidades que es necesario sostener y cuidar en el tiempo. Explicitó que en muchos estudios científicos se exponen valores medios de las cantidades de agua que distintos cauces de la zona poseen pero que es necesario resaltar que en muchas épocas del año o períodos temporales éstos pueden disminuir.
Ibáñez hizo hincapié en la gran cantidad de pasivos que éste proyecto dejaría por el corto lapso de tiempo que está estipulado que dure y por su magnitud, recalcando que su preocupación está en lo que el proyecto deja una vez finalizado y no tanto mientras funciona. Indicó que el depósito de cola de San Jorge, según lo expresado, comprende 800 hectáreas lo que representa toda la superficie ocupada por la 1ra, 2da, 3ra, 4ta, 5ta y 6ta secciones juntas de la ciudad de Mendoza y que allí se depositarían 155 millones de toneladas de residuos. A su vez resaltó que las escombreras tendrán una extensión de 448 hectáreas con 292 millones de toneladas de residuos potencialmente contaminantes y que nadie ni nada pueden asegurar que eso no llegue a aguas superficiales, subterráneas y/o subsuperficiales.
La especialista expresó, además, que en el lugar en el que desea asentar el proyecto hay mucho movimiento de aguas por lo que el peligro de contaminación existe.
Por último, y a modo de conclusión, manifestó que no hay certezas de cómo funciona el sistema hidrológico en la zona, por su gran extensión y para ello se necesitan más estudios de campo.
Finalmente, se explicó que sería necesario reformular el proyecto San Jorge por los temas a considerar y evaluar cada uno de los que han presentado diferencias de opinión y análisis. Se agregó que son necesarios estudios de ingeniería detallados que preserven la vida y el medio ambiente como así también mayor análisis sobre puntos tales como la escasez hídrica, la realidad hidrológica de la zona y la ubicación y tratamiento de colas y escombreras, entre otros.
También participó en la exposición la licenciada en Química, María Barbeito.
Asociación de Graduados de la Facultad de Ingeniaría (UNC)
Por su parte los ingenieros Pablo Portusso y César Caleu indicaron que desde la Asociación consideran viable el proyecto e hicieron hincapié en el desarrollo económico que tendría la provincia con la puesta en marcha del proyecto San Jorge. Estos emprendimientos son importantes porque generan un salto cualitativo donde están incluidos muchos sectores, sostuvieron.
Asimismo destacaron que las observaciones volcadas en la Declaración de Impacto Ambiental deben tenerse en cuenta y para ello es importante el control que sobre las mismas debe realizarse. Indicaron que este mayor control esta ligado a un mayor presupuesto para que, aquellos organismos encargados de llevarlo a cabo cuenten con todas las herramientas necesarias.
Al ser consultados por los legisladores sobre la reformulación del proyecto San Jorge, el ingeniero Portusso sostuvo que deben realizarse algunas recomendaciones y estás tienen que resolverse a medida que se vana cumpliendo cada una de las etapas, antes de poner en marcha definitivamente el procedimiento.
La empresa, indicaron debe cumplir con tres grandes fases y es allí donde se debe exigir que se verifique que las observaciones recomendados estén satisfechas.
El diputado Alejandro Limas (UCR), titular de la comisión de Economía, presidió la reunión y participaron los diputados Antonio Spezia, Aníbal Ríos y Aldo Vinci del Partido Demócrata, Silvia Ramos del Eje Peronista, Patricia Gutiérrez de Unidad Popular, Fernando Barrigón y Liliana Vietti de la Unión Cívica Radical y Raúl Rodríguez y Silvia Cardozo del Partido Justicialista y Roberto Blanco del PJ Federal.