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Docentes del IES 9-015 Valle de Uco expresan una mirada política sobre la situación actual de los IES

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Ante la inminente difusión del decreto 432/18 que modifica el decreto 476/99, docentes del IES 9-015 Valle de Uco expresan una mirada política sobre la situación actual de los Institutos de Educación Superior. 

En el transcurso de estos días, la situación política en la que se encuentran los IES de todo el territorio provincial es compleja. Son diversas las medidas que acontecieron en estas últimas semanas: asambleas estudiantiles, asambleas de docentes y foros. A continuación, presentamos la mirada de algunos docentes del IES 9-015 Valle de Uco sobre el impacto en el trabajo docente y al respecto del proceso de debate en curso.

Mariana Ortiz: La forma en que se han ido generando espacios de participación política e incluso algunos de los discursos (no sólo a nivel local sino a nivel provincial también) es considerada estrecha por muchos de los trabajadores de la Educación Superior. En el sentido del contenido que se expresa y en la metodología que nos proponen para que podamos organizarnos por la defensa de defensa de nuestros institutos. En torno a la situación docente, no vemos que se estén expresando la voz del claustro docente, al menos en la complejidad de lo que la tarea del docente implica. En muchas expresiones están orientadas a la defensa de una autonomía en sentido abstracto. Somos muchos y muchas los y las docentes que vamos a defender la autonomía en su integridad, un concepto que tiene una historia: la de la Reforma del ’18, de la que en 2018 justamente se cumplen 100 años. Y cuando hablamos de autonomía, no es sólo de los IES respecto del gobierno provincial sino de la autonomía de las materias y el trabajo docente respecto de las conducciones, de los claustros entre sí y de ellos respecto de los directivos, todo eso además de la autonomía de los IES respecto del gobierno provincial o nacional. Nosotros los docentes y las docentes creemos que las instituciones las hacemos las personas que trabajamos en ellas y para ellas y por los estudiantes. Las y los que habitamos los institutos, que venimos muy ocupados trabajando en construir a lo largo de todos estos años lo que ellos mismos llaman “la identidad de los IES” que compartimos claramente que hay que defender. Pero un proceso de defensa de nuestras carreras, merece tener en cuenta las necesidades de los y las hacemos y no sólo de quienes las gestionan. Los y las docentes estamos pidiendo que avancemos hacia un análisis de situación propio, hacia propuestas concretas acerca de qué educación superior queremos en el marco de un escenario provincial y nacional que ha cambiado. No queremos seguir tomando como base de discusión lo que nos bajan de la DGE… Nos reivindicamos productores de conocimiento. Tenemos las herramientas para hacerlo. Hay preguntas de cuyas respuestas queremos participar. Si están hablando de que vamos a devenir universidad provincial nos interesa participar en responder ¿de qué se trataría esto? ¿Qué antecedentes se tomarían? ¿Los de la UNICABA? Esto se está discutiendo y hace rato en las conducciones. Incluso en las provincias del resto del país. Lo que estamos viviendo no es un “cambio” local.  A los docentes nos interesa saber de qué se trata, debatir el contenido.  Este proceso de ajuste va a ser largo, necesitamos generar espacios en el que la voz de los docentes sea escuchada.

Andrés Collado: Se cree que los docentes estamos a la cola de la lucha y no es así. Sucede que la dimensión de cómo afecta esta política de ajuste al trabajo docente no está pudiendo ser expresada en su complejidad. Nosotros en el IES 9015 nos sentamos a escribir una propuesta de documento incluso para enriquecer el debate con la intención de que el Consejo Directivo de la institución tome nuestros aportes como lectura política de claustro en toda su diversidad de miradas, no como opiniones personales sobre la problemática. Desconocemos qué posición va a tomar el Consejo Directivo sobre estos aportes. Entendemos que, si defendemos, todos y todas, la democratización de los IES desde hace rato, el Consejo Directivo tiene que avalar y acompañar las preocupaciones docentes que expresamos incluso por escrito porque son nuestros trabajos los que están en juego también, no sólo los de ellos. Si estamos en contra de la diferencia entre “carreras prioritarias y no prioritarias”, las necesidades de quiénes somos parte de las “no prioritarias” bueno pues deberíamos ser prioridad para las conducciones. Porque para expresiones personales, mandaríamos cartas de lectores, no nos propondríamos ser parte de Comisiones ad hoc propuestas por la misma asamblea general de la institución con la participación de todos los claustros presentes. Entre otras cosas expresamos en ese documento que el trabajo docente en el nivel superior se reduce a entrar al curso y salir. Y nuestro trabajo es mucho más que eso: preparar clases, rastrear bibliografía, participar y dirigir equipos de investigación que son fundamentales para una institución de nivel superior, generar proyectos de extensión con la comunidad… entre muchas otras. Esta visibilidad de los IES en el territorio no se reduce a las políticas de gestión sino al compromiso de los docentes y fundamentalmente de los y las estudiantes que se los apropian. Nosotros decimos que los IES somos todos y todas las que les ponemos el cuerpo en el aula y en la comunidad.

Mariana Ortiz: Una de las modificaciones del decreto que saldría en los próximos días avala la quita de subsidios para lo que el gobierno llama “carreras no prioritarias” para el mercado laboral. Nosotros pensamos que ajustar el sistema educativo a las necesidades del mercado laboral (básicamente el sector privado) es una política de vulneración de derechos. Esto ya lo vivimos en la década del ’90 y terminamos en la crisis del 2001. En el documento que escribimos colectivamente expresamos que anula y condiciona vocaciones, afirma la desigualdad porque van a poder estudiar unos y no todos y todas. Creemos que la diversidad de carreras que hoy existen no puede tomarse como un retroceso sino como la necesidad que preguntarnos ¿no debería acaso ser el mismo mercado laboral el que promueva el acceso a las carreras que existen? Otro dilema que trae aparejado esta situación tiene que ver con la investigación científica. La propuesta del gobierno es reducir las tareas de investigación a lo que muchos (y ya hace rato) llaman “investigación educativa” (estudiar y establecer índices de ingreso, deserción, egreso, entre otras) en vez de investigar además sobre problemas de interés teórico-social y productivo (diverso como técnicas emergentes para la producción orgánica de los suelos hasta la violencia contra las mujeres en la región). Esto ya hace rato los docentes venimos expresando que es un retroceso para los IES porque una de las características fundamentales de las instituciones del nivel superior es estar en relación permanente con la comunidad. Y cuando hablamos de comunidad, se tiene a reducir a las geografías en los que los IES están situados en el territorio. Y esta, creemos es sólo una forma de pensar la comunidad. La otra, igualmente fundamental, es la comunidad científica.

Andrés Collado: No sólo vemos vulneración de derechos laborales consagrados históricamente para los y las trabajadores de la educación del nivel, sino además contradicciones. Si el gobierno quiere, a partir de este decreto, tender a que vayamos a una universidad provincial (en sintonía con la política nacional y el proyecto de UNICABA en Buenos Aires) le preguntamos: ¿cómo puede ser que trayectorias de formación universal del conocimiento excluya (o considere no prioritarias) a lo que hoy son fundamentalmente las carreras socio-humanístico? ¿Cómo, si vamos hacia una universidad provincial, vamos a estar exiliados de la comunidad científica –provincial, nacional e internacional- reduciendo las tareas de investigación sólo al relevamiento de indicadores internos