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¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de comprar y consumir pescado en Semana Santa?

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El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) recomienda adquirirlo solo en comercios certificados y no en la vía pública. 

La Semana Santa se acerca y muchos consumidores que profesan la religión Católica Apostólica Romana buscan alimentos como el pescado, pollo, pastas y otros productos para la confección de comidas típicas de esta festividad.

Por tal motivo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) brinda una serie de sugerencias a tener en cuenta al momento de comprar y consumir pescado en esta época y evitar intoxicaciones.

Recomendaciones:

  • Adquiéralos en comercios (nunca en la vía pública). El comercio debe mantener las temperaturas de cámaras y freezers dentro de los niveles exigidos.
  • Los pescados y mariscos en exposición y en estado fresco deben contar con abundante hielo en escamas. Adquiera productos de la pesca que tengan agradable aroma a mar.
  • El pescado enfriado debe tener las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y brillantes, y su carne debe ser firme, que no ceda a la presión del dedo.
  • Los ojos del pescado fresco entero deben ser brillantes. La presencia de opacidad o su hundimiento es índice de deterioro.
  • Los camarones y langostinos no deben presentar manchas negras u olor desagradable, son signos de deterioro.
  • Los calamares deben presentar una piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie, sus ojos deben ser vivos, brillantes y salientes y su musculatura consistente y elástica.
  • Al adquirir mejillones enteros frescos u otros moluscos bivalvos deben estar “vivos”, lo que se comprueba porque las valvas se encuentran cerradas. Si están abiertas, comprobar si con un leve golpe se cierran.
  • Recordar que los correspondientes certificados de amparo sanitario de pescados y mariscos son extendidos por el Senasa y/o el Mercado Central de Buenos Aires (para los productos adquiridos allí), donde consta el local como destino final.
  • Las latas de conserva de productos pesqueros, al igual que otros enlatados, no deben presentar abolladuras, ni estar hinchadas ni oxidadas. Tener en cuenta los rótulos, procedencia y fecha de vencimiento.
  • Es preferible consumir los pescados bien cocidos, especialmente aquellas personas más susceptibles (mujeres embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos).
  • No comprar productos de “elaboración casera y/o artesanal” que no estén debidamente registrados y autorizados.
  • El pescado fresco puede conservarse de 1 a 2 días en heladera y hasta tres meses en freezer. Los productos congelados deben conservarse en freezers (-18º C). En caso de carecer de ellos, guardarlos en el congelador y consumirlos en el día.
  • Evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Al descongelarlos no hacerlo a temperatura ambiente y una vez preparados, consumirlos lo antes posible.
  • En caso de pesca propia, verificar con la autoridad sanitaria local la seguridad de la captura en el área (respecto a la marea roja). Conservarlos en hielo durante la pesca y el transporte.

Cuidados con otros productos

En la llegada de fechas tan esperadas como esta suelen cumplirse las condiciones para que se produzcan sorpresas poco gratas como las intoxicaciones alimentarias. Estas se conocen como enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) y se pueden evitar con unas sencillas reglas de consumo responsable.

Una de estas enfermedades es el síndrome urémico hemolítico (SUH) causada por algunas cepas de la bacteria Escherichia coli que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas, y que afecta el sistema renal y urinario de los humanos.

Por eso, en el marco de la campaña “SUH: pequeños grandes cuidados” el Senasa recomienda una serie de prácticas a tener en cuenta para evitar una manipulación inadecuada de los alimentos que derive en posibles intoxicaciones:

Separe los alimentos crudos de los cocidos:

  • Mantenga y conserve los alimentos crudos separados entre sí, y a su vez de los cocidos y de los listos para consumir.
  • No almacene productos cárnicos crudos de diferentes especies en contacto directo entre sí.
  • Use equipos y utensilios diferentes para manipular alimentos crudos y cocidos.
  • No deje alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas.
  • No descongele los alimentos a temperatura ambiente
  • Nunca vuelva a congelar algo ya descongelado.

Para más información comunicarse al 0800-999-2386.