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Una visita a Mendoza: conocé los lugares destacados del Valle de Uco por The New York Time

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36 horas en Mendoza.

El cielo azul de Mendoza, siempre despejado, con los Andes alineados a la distancia y los viñedos a cada lado que mires, genera condiciones tan perfectas para conducir que el vino parece casi secundario. Si quieres explorar por completo los viñedos de la zona, tendrás que viajar al sur y al este de la ciudad, hacia las regiones vitivinícolas del Valle de Uco y Maipú. Sin embargo, estableciendo tu base en el centro urbano podrás tener acceso a la vida nocturna y a estupendos restaurantes: el entorno gastronómico de la ciudad ha crecido a pasos agigantados, junto con los salones de cata donde puedes degustar muestras no solo del imponente malbec, sino de otras variedades como bonarda y torrontés.

VIERNES

15:00 Hacia la montaña

Es tentador observar Mendoza a través de una copa de vino, pero te estarás perdiendo de paisajes espectaculares. Primero quema algunas calorías con una caminata rápida hacia la cima del cerro de la Gloria. El sendero en zigzag de la colina solo te tomará quince minutos (o puedes subir corriendo como lo hacen algunos deportistas que viven en Mendoza) y termina en un monumento imponente que conmemora al general José de San Martín, quien encabezó la Revolución de Argentina, Perú y Chile contra España. El parque que rodea la colina es un lugar popular donde los mendocinos juegan fútbol y pasan el día en el cambo; además, es un lugar ideal para caminar o correr.

17:30 Primera degustación

Prepara tu paladar para probar vinos en las bodegas de Mendoza con una degustación en Wine Not?, en el centro de la ciudad. A pesar de la decoración cursi —como esculturas de corchos en las mesas y letreros de “ahorra agua, bebe vino”— Matías Roca, el propietario, se especializa en cosechas importantes e inusuales de productores pequeños; podrías toparte con una botella sin etiqueta de un garajista (alguien que hace vino en su garaje) que solamente produce de 1200 a 1500 botellas al año o con un chardonnay inusual sin notas minerales ni demasiada acidez. Las generosas porciones de cinco vinos cuestan unos 500 pesos argentinos, más o menos 25 dólares, y te invitan a tomarte tu tiempo.

20:00 La cocina de la abuela

Fuente y Fonda, un favorito de los lugareños que ofrece comida como la que hacía tu abuela, sirve platos esmaltados enormes con entradas para dos, que incluyen pastas frescas y una milanesa (filete empanizado) cubierta con queso gratinado, tomates frescos y jamón. El aperitivo de lengua de res, en rebanadas delgadas y bañadas en aceite de oliva, vinagre y ajo, es una delicia que se deshace en tu boca y la lista de vinos le hace justicia a la oferta en Mendoza. Deja un huequito para el postre, que es gratis, y no te pierdas el budín de pan denso y húmedo (budín de pan) si está en el menú; viene con una buena cucharada de dulce de leche. La cena para dos, con vino, cuesta alrededor de 900 pesos (unos 45 dólares).

SÁBADO

10:00 Conduce y después bebe

Reserva un lugar en Bodega La Azul a las 11:30 para dar un recorrido y disfrutar una degustación antes de embarcarte en un impresionante viaje en auto (más o menos una hora con quince minutos) por la Ruta 40 hacia el Valle de Uco, donde algunas de las bodegas más celebradas del país cultivan sus uvas. El viaje hacia el sur es asombroso, con los Andes a tu derecha mostrando los nítidos límites de las zonas nevadas y campos de viñedos a cada lado. Llega a la pequeña y encantadora bodega, que es la única de propietarios cien por ciento argentinos en la zona. Ezequiel Fadel Hinojosa, el propietario y fabricante de vinos de tercera generación, les muestra a los visitantes su pequeña producción de sauvignon blanc (vino de gran acidez debido a la altitud elevada) y las combinaciones de malbec y cabernet sauvignon, con una parada en la parte trasera de la bodega donde se produce el vino en ocho tanques de acero. Los sofás en el jardín del restaurante son el lugar perfecto para sentarse y disfrutar de una copa de vino al final de la visita. El recorrido y la degustación cuestan 200 pesos.

13:30 Almuerzo sin prisas

A tan solo cinco minutos de camino encontrarás Tupungato Divino, un pequeño hotel con un restaurante y un jardín que ofrece una vista espectacular de los Andes, extensos campos y el borboteo de un sistema de riego artificial que pasa justo al lado de las mesas, a la sombra de vides cargadas de uvas. La impresionante colección de 150 cosechas se obtiene de bodegas cercanas y el menú de temporada tiene un precio fijo, con una degustación de aperitivos y postres. De la lista de platos fuertes, escoge el lomo —el corte se sirve con una reducción de malbec y se cocina exactamente al momento de ordenar—; es un clásico argentino. El almuerzo para dos cuesta alrededor de 1100 pesos.

16:00 Los Andes y la arquitectura

Zuccardi es un apellido reconocido en Argentina; el nombre de la dinastía vitivinícola aparece en botellas de los restaurantes a lo largo del país. Su bodega en el Valle de Uco, que se inauguró en 2016, es apabullante, gracias a su estilo arquitectónico elegante y supermoderno que se diseñó para emular la línea de los Andes y que funciona como telón de fondo de este complejo vanguardista (la piedra aluvial y otros materiales locales también forman parte del edificio). Las degustaciones van desde los 400 pesos por persona e incluyen un recorrido que abarca los viñedos, pasa por los tanques y termina en un hermoso espacio para degustación (observa la novedosa ánfora de cemento); una cata de sus vinos más exclusivos cuesta 1600 pesos.

17:30 Tentempié de la tarde

En Argentina la gente cena tarde, así que aplaca tu apetito con una parada en el desgastado camión blanco de comida que tiene jamón crudo desparramado con descuido a los lados. Se estaciona a un lado de la carretera donde la Ruta 7 se cruza con la calle Cobos, con una vista completa de las montañas. El propietario hornea hogazas de pan de casi un metro de largo y él mismo cura el jamón español; después lo rebana en el momento para hacer sándwiches salados y sabrosos (140 pesos) que son el tentempié vespertino perfecto. Arrima una silla de plástico, abre una de las botellas que compraste durante tus recorridos del día y disfruta el paisaje bajo el radiante cielo azul.

19:30 De compras en Mendoza

El lugar más animado para las compras y la vida nocturna es un tramo de cuatro cuadras sobre la calle Arístides Villanueva que va desde Belgrano hasta Paso de los Andes. Repleto de restaurantes atiborrados, tiendas, cafés y bares de cerveza artesanal con mesas al aire libre, es el lugar donde puedes comprar ropa de moda de diseñadores argentinos y al mismo tiempo empaparte de la atmósfera local. En Cosset, una combinación de librería y tienda de ropa, encontrarás pantalones de mezclilla y prendas tejidas para mujer de la marca Ríe, de Buenos Aires, vestidos ajustados de Allo Martínez y joyería vistosa de Cuatromusas, así como material para arte, libros sobre películas y novelas gráficas. Moht vende zapatos sin cordones Isabel O. con patrones coloridos y bolsos Lazaro. Finalmente, en Espacio Arístides, llévate un par de pantalones de mezclilla de la marca argentina Ay Not Dead.

22:00 Maridaje de vinos

Reserva una mesa con anticipación para cenar en Azafrán, que tiene algunos de los platillos más sofisticados de la ciudad y una bodega a la par. El menú degustación de seis tiempos (1250 pesos) comienza con platillos como camarones tiernos de la Patagonia a la parrilla acompañados de una sopa fría de almendras y lomo de cerdo con puré de batata y café. El servicio es eficiente y amigable. No olvides el maridaje de vinos (350 pesos), que incluye variedades de la creativa marca Maal (cuyo dueño también es socio del restaurante), así como algunas de las botellas más interesantes de Mendoza. Más tarde, si aún te queda espacio, cruza la calle hacia los Helados Ferruccio Soppelsa, una de las heladerías más famosas de esta ciudad que ama el helado casi tanto como el vino. Prueba la vainilla o la cereza, ambos sabores impregnados de malbec.

DOMINGO

9:00 Desayuno y vino

El soleado patio interior de Bröd, una pequeña panadería con las mejores medialunas (pequeños cruasanes) de la ciudad, es el lugar ideal para planear tu siguiente visita a las bodegas. El espacio también ofrece alternativas más sustanciosas, como huevos pochados, granola casera y sándwiches. El desayuno para dos cuesta más o menos 300 pesos. Frente al patio está Winery (cerrada los domingos, pero visítala otro día), una gran tienda de vino con zonas dedicadas totalmente a una sola variedad de uva. Si aún tienes un huequito en tu equipaje para otra botella, cómprala ahí (también envían botellas a tu casa si no te queda espacio).

11:00 Degustación de Torrontés

La primera enóloga en Argentina, Susana Balbo, tiene su bodega en Luján de Cuyo, a 30 minutos en auto desde la ciudad, y ofrece un recorrido informativo en los cuartos de fermentación, que están llenos de enormes tanques de acero, ánforas de concreto y barriles modernos con forma de lágrima con los que está experimentando. La bodega tiene su propio restaurante; las degustaciones posteriores a los recorridos se hacen en sus sótanos de degustación o en un patio al aire libre donde conocerás, entre otros vinos, un torrontés intenso y afrutado, y el BenMarco Expresivo de Balbo, una mezcla compleja de malbec y cabernet franc. La degustación, que incluye el recorrido, cuesta 260 pesos. Reserva con antelación.

13:00 Almuerzo dominical

El restaurante Club Tapiz, parte de un pequeño hotel, tiene un comedor elegante donde la chef Soledad Nardelli arma un menú para el almuerzo de tres tiempos con precio fijo (550 pesos), el cual consta de sofisticadas planchas de vacío cocinado a fuego lento en leche, trucha rosada en una cama de quinoa y quesos con mermelada casera y nueces confitadas. La lista de vinos es larga y proviene en su mayoría de la bodega Tapiz, que también produce buenos aceites de oliva (pídele al mesero una muestra si gustas). En días cálidos, cena en el patio frente a un árbol enorme que es hogar de decenas de periquitos ruidosos.

ALOJAMIENTO

Situado en la plaza principal de la ciudad, el Hotel Argentino (argentino-hotel.com; habitación doble desde 110 dólares con desayuno incluido) tiene 46 habitaciones; la más básica es pequeña pero muy limpia. Hay una piscina en el jardín que es perfecta para refrescarse después de un día soleado en los viñedos.

El Park Hyatt (Chile 1124; mendoza.park.hyat.com; habitación doble desde 180 dólares) ha estado aquí varios años, pero aún ofrece mucho por tu dinero; tiene habitaciones amplias (pide vista a las montañas), su propio spa y una vinoteca.

 

Fuente: The New York Times