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Avanzan en un plan de inclusión laboral de travestis y transexuales en Mendoza

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“La Ley de Identidad de Género es la llave para otros reconocimientos”, así lo entendió la activista trans Lohana Berkins, quien vino a la provincia en la semana de la lucha contra la homo-lesbo-trans fobia.

A partir de la legislación del derecho de quienes no se autoperciben con el sexo de nacimiento impulsarán otras reivindicaciones, como la inclusión de este sector de la población en el ámbito laboral. Berkins señaló: “Travestismo y prostitución no son sinónimos, los travestis no tomamos esta opción para ser prostitutas. Fue el destrato social, la segregación y la exclusión de cualquier nodo de protección el contexto de una realidad que condenó a muchas compañeras a la calle como único medio de supervivencia. Por eso es importante que este reconocimiento de la identidad vaya acompañado de políticas nacionales, provinciales y municipales, para integrarnos como productoras de trabajo en el ámbito formal”.

Y la semilla parece dar sus frutos en una provincia que empieza a quebrar la impronta “conservadora” con la que se la reconoce. El Gobierno de Mendoza tiene desde esta gestión un área dentro de la Subsecretaría de Derechos Humanos que contempla la diversidad, además de las cuestiones de mujer y género. Entre las acciones para que la Ley de Identidad tenga su correlato en la práctica, impulsan incentivos para empresarios que incorporen travestis y transexuales en puestos laborales. Aún la iniciativa está en una etapa preliminar, aunque para la titular del área, Alicia Prada, “es un avance que se estén concretando las decisiones”.

“Con las agrupaciones LGTTB (lesbianas, gays, transexuales, travestis y bisexuales) haremos un relevamiento de esa población en Mendoza que permita, por ejemplo, definir desde la Dirección de Empleo los perfiles laborales y diseñar estrategias para incorporarlos en el ámbito laboral formal”, añadió la funcionaria.

La inclusión desde el Estado llegará también con la creación de consultorios “amigables”, con personal capacitado para brindarles respuestas médicas a estos colectivos sociales. Por ejemplo, para fomentar la atención ginecológica para lesbianas, teniendo en cuenta sus particulares inquietudes. Así lo establece la ley en el artículo 11, donde expresa que todos los efectores del sistema de salud (públicos, privados y obras sociales) deben brindar la asistencia para garantizar el derecho de identidad.

La norma no sólo habilita al cambio de nombre y sexo en la partida de nacimiento y el documento, además elimina la judicialización como mecanismo para acceder a este derecho y al de adecuar el cuerpo –mediante cirugía o terapias hormonales– a la identidad autopercibida. Todos estos logros se dan desde un enfoque que hace a un lado la visión que entiende a estos cambios como consecuencias de una enfermedad y elimina de la percepción social los estigmas que llevaron a la comunidad a un ámbito de exclusión.

“Por desconocimiento, prejuicios morales e ignorancia, estos colectivos sociales han sufrido por años exclusión familiar, represión desde el Estado, condena social y la falta de acceso por sus condiciones a la educación, la salud y el trabajo. En marco de una política de derechos humanos debemos reparar el daño que se ha ejercido sobre los mismos”, remarcó Prada.

La norma no obliga a nadie
Lohana Berkins tiene un papel protagónico en la defensa de los derechos de lesbianas, travestis, transexuales, homosexuales y bisexuales: fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual en 1994 y creó una escuela cooperativa textil gestionada por personas trans, modelo de inclusión en el país. Integrando un frente nacional de asociaciones LGTTB, trasladó su experiencia a la confección del proyecto de ley.

Llegó a Mendoza convocada por el foro local LGTTB, en la semana de la lucha contra la discriminación hacia esos grupos, donde este núcleo de agrupaciones que fomentan la integración social de la diversidad organizó distintas actividades (ver aparte).

“En realidad, el tema que hoy más nos preocupa es la inserción laboral, pero el hecho histórico de la sanción de la ley protagonizó el debate”, señaló Berkins.

Y después aclaró sobre los alcances de la norma aprobada en el Congreso:“La ley no obliga a nadie, sólo establece el derecho de hacerlo. Los travestis pueden optar por no cambiar su identidad en el documento, aunque la diferencia es que ahora cuentan con la posibilidad”.

Fuente: Diario Uno