Para proteger los emprendimientos productivos y viviendas rurales lindantes, se construirá un sistema de defensa en sus márgenes.
Con un presupuesto oficial de $ 2.489.431,68, la Dirección de Hidráulica licitará la obra de protección aluvional del arroyo Negro, en Cápiz, San Carlos. Hasta el próximo 27 de diciembre, las empresas interesadas en ejecutar esa obra podrán presentar sus propuestas.
El proyecto consiste en realizar la protección de márgenes del arroyo en zonas de curvas donde la erosión y el desborde no son controlables. Para ello, se empleará un sistema de defensas de enrocado de aproximadamente 200 metros, formando así terraplenes de apoyo que protejan a las viviendas rurales y emprendimientos productivos de la zona.
Este arroyo que se encuentra en el distrito de Cápiz es un cauce seco que se activa en época estival, cuando tormentas precipitan sobre la cerrillada ubicada al sur-este y generan crecidas espontáneas y violentas.
Las tareas también incluyen el desembanque y encauzamiento del arroyo que, debido a su constitución de arena y canto rodado de pequeño tamaño, erosiona las curvas y el lecho del cauce y se producen crecidas que dañan la zona.
Zona de pantanos
Cápiz es un distrito que se encuentra rodeado de serranías con distintas pendientes y forma un pozo donde confluyen tres arroyos: desde el este, el Divisadero Negro; desde el oeste, el arroyo San Carlos, y desde el sur el Antepal. Dada estas características, el agua no se filtra y la profundidad del nivel freático es muy baja, es por esta razón que el distrito de San Carlos ha padecido inundaciones durante muchos años.
Además, el desvío artificial del curso natural de los arroyos ha ocasionado que algunas zonas pobladas se inunden con crecientes cada vez más agresivas. La solución a esta situación, según explican los técnicos de la Dirección de Hidráulica, es volver al trazado natural de los cauces. Para eso se deben buscar pruebas reales sobre la traza original de los cauces, expropiar algunas tierras o tener el permiso de los ciudadanos para utilizar una porción de la propiedad. Mientras tanto, se ejecutan obras que mitigarán los daños producidos por las crecidas.