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El asesinato de Fabricio Moyano, quemado dentro de un auto en Tunuyán, puede quedar sin culpables

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El joven de 17 años murió quemado dentro de un auto en la puerta de un boliche en Tunuyán.

A 14 años del asesinato del adolescente Fabricio Moyano (17) -ocurrido en 2003 en la puerta del boliche Malake de Tunuyán- el caso podría quedar impune ya que los dos detenidos por el caso fueron sobreseídos.

Ayer, en la Octava Cámara del Crimen se iba resolver la apelación al sobreseimiento de los dos imputados que tenía el caso, los empleados de la municipalidad de Tunuyán, José Marcelo Frites y Orlando Velardes.

Finalmente, la audiencia se pospuso porque uno de los jueces ya había opinado sobre el caso y por lo tanto no podía volver a opinar.
En los próximos días se fijará otra fecha para que se lleve adelante el sobreseimiento.

«Nos queda esta audiencia y luego la posibilidad de llevar el caso a la Corte provincial que es la última instancia», explicó ayer Edgardo Valles, abogado de la familia de la víctima.

Una larga causa judicial

Los dos empleados municipales fueron imputados recién en mayo del 2015 por la jueza del Primer Juzgado de Menores de Tunuyán, Adriana Cerini, quien luego fue apartada del caso.

Para la magistrada fueron tres las personas que atacaron a Fabricio. Fue un testigo de identidad reservada quien declaró por esa época señalando a los presuntos agresores y dando sus nombres. Incluso el testigo explicó que uno de ellos le decía: «Esto por meterte con la hija del intendente».

La hipótesis de la familia apunta a que los atacantes buscaban a un chico muy parecido físicamente a Fabricio y se equivocaron de persona.

El joven fue hallado con gravísimas quemaduras el 8 de junio de 2003 en el interior de un Ford Falcon que se prendió fuego en la playa de estacionamiento del boliche Malaké.

Fabricio agonizó en el hospital Lagomaggiore durante 12 días y finalmente falleció el 20 de Junio de 2003.

En 2007, Sebastián Maldonado, el dueño del auto donde murió Fabricio, fue a juicio pero terminó absuelto del delito «homicidio culposo» por la Sexta Cámara del Crimen de Mendoza.

Según testigos, a Fabricio lo obligaron a tragar nafta (combustible que fue encontrado en un bidón).

Fuente: Los Andes