Es parte del proyecto anunciado por Francisco Pérez que será enviado próximamente a la Legislatura. Se apuntará a fincas improductivas, con infraestructura para riego y en estado de abandono. La superficie a recuperar suma 13 mil hectáreas en toda la provincia.
El Gobierno de Mendoza, a través del Departamento General de Irrigación (DGI), busca recuperar tierras para la actividad productiva local. Para lograr este objetivo se enviará un proyecto de ley para que obtenga el correspondiente tratamiento en la Legislatura.
El anuncio fue realizado por el gobernador Francisco Pérez durante el discurso del 1 de Mayo ante la Asamblea Legislativa en el acto de apertura del período de sesiones ordinarias.
La medida alcanzaría a aquellos inmuebles rurales que al 31 de agosto de 2012 registren deudas de más de 10 años con el DGI, que la misma supere el monto del avalúo fiscal y que se encuentren en estado de abandono productivo.
Con respecto al alcance de esta determinación, el superintendente General de Irrigación, José Luis Álvarez, explicó: “Es necesario volver a incorporar en el circuito productivo a aquellas propiedades que se encuentran en zonas que están bajo el derecho de riego, que cuentan con la infraestructura necesaria para realizar dicha tarea, aunque han sido abandonadas, acumulando una deuda bastante importante”.
Ante esta situación Álvarez enfatizó que el proyecto busca que estos terrenos abandonados “vuelvan a incorporarse generando riquezas. No nos podemos dar el lujo, en los momentos en que vivimos, de no tener toda la superficie cultivada y que realmente no contemos con una forma de que esas tierras vuelvan al circuito productivo”.
En caso de que la iniciativa consiga el visto bueno de la Legislatura, se logrará reintroducir más de 13 mil hectáreas en el sistema productivo, que serán afectadas a planes de colonización establecidos por la Ley 4.711.
Zonas abandonadas
Actualmente, son 13.226 las hectáreas (ha) abandonadas, afectando a 543 propiedades que cuentan con un promedio de 24 ha cada una. Sobre este total, en el río Atuel hay 226 casos, que representan 4.749 ha, seguido por el río Mendoza, donde se encuentran otros 124 casos de abandono en un total de 3.102 ha.
En tanto, la situación en el río Diamante es similar, allí hay 115 casos con 3.388 ha que podrían volver al circuito productivo. En el río Tunuyán inferior, son 1.297 las ha abandonadas que incluyen a 52 propiedades, en el Tunuyán superior, son 19 los casos de abandono, abarcando 419 ha.
En las zonas Tupungato y Malargüe se encuentran la menor cantidad de ha improductivas. En el primero de ellos se encuentran 6 casos, que representan 219 ha, en tanto, en el restante se detectó una propiedad, con 20 ha.
A partir de otro proyecto, que también será enviado a la Casa de Leyes, se buscará generar un marco legislativo que permita aumentar la producción a partir de tierras que hoy no poseen derecho de agua, para que, a través de una metodología de selección puedan ser irrigadas nuevas zonas por aguas subterráneas.
Otra de las herramientas que permitirán conocer las posibilidades de crecimiento productivo de Mendoza es el balance hídrico, contemplado por la Ley de Aguas de 1884. El estudio comenzará a realizarse durante el 2012, según explicó Pérez y anunció la elaboración del plan Agua 2020, para el cual, desde el Departamento, ya se está trabajando, entre otros, con referentes de los sectores académico, científico y técnico de Mendoza.
A través de estas medidas se busca optimizar el uso del recuso hídrico de los mendocinos y “proyectar un crecimiento armónico urbano y rural”, destacó el Gobernador.
En tanto, también se destacó la puesta en marcha de los Consejos de Cuencas, espacio donde participarán todos los actores sociales y se dialogará, entre otras cosas sobre las obras necesarias para cada zona, logrando que esta herramienta pueda ser utilizada para alcanzar una mayor eficiencia en la distribución del recurso hídrico.