En esta nota encontrará: un informe general sobre la problemática del suicidio; un informe sobre la relación entre los suicidios y lo que publican los medios de comunicación; los prejuicios que existen en relación al suicidio; las señales, comportamientos y grupos de riesgo; cómo reconocer a personas vulnerables de suicidio y cómo ayudarlas; organismos y líneas de ayuda; y una lista de factores protectores, en relación con los adolescentes.
DOS SUICIDIOS EN LOS ÚLTIMOS DÍAS: ALTOS ÍNDICES EN VALLE DE UCO
En los últimos días, sucesos muy tristes ocuparon la atención de la comunidad. Los trágicos hechos ocurrieron entre el domingo y el martes último: una joven de 19 años, de La Consulta, y una chica de 14 años, de Tunuyán, se quitaron la vida (un tercer caso, de un hombre de San Carlos, que cayó del techo de su vivienda, está siendo investigado, y también podría tratarse de un suicidio). Estos casos no son aislados, sino que forman parte de una problemática a nivel mundial, que en las últimas dos décadas se ha duplicado. En Argentina, los casos de muerte de adolescentes por suicidios superan a las muertes por asesinatos. En ese contexto, el Valle de Uco tiene uno de los índices más altos de suicidios, en particular el departamento de San Carlos, que prácticamente duplica las estadísticas provinciales y nacionales.
Ante las estadísticas, y los hechos de los últimos días, muchos se preguntan qué se está haciendo, y lo más importante, qué debemos hacer para disminuir estos índices, y sobre todo, ayudar a quienes puedan estar vulnerables. Según explicó el titular de Salud regional, el doctor Rodolfo Guillén, en Valle de Uco se ha incrementado la cantidad de profesionales abocados al área de salud mental. “En este momento tenemos psiquiatras y psicólogos que atienden en los tres departamentos, en los hospitales Scaravelli (Tunuyán), Tagarelli (San Carlos) y Las Heras (Tupungato), además de que, en la mayoría de los Centros de Salud también hay atención de psicología” informó Guillén, y agregó que “las personas que sienten que necesitan ayuda, ya sea para ellos mismos, o para algún familiar o amigo, pueden acercarse y solicitar una consulta psicológica o psiquiátrica en los centros asistenciales”. Guillén reconoció los altos índices de suicidios en la región, y mencionó que “se dan con características propias, no siguiendo los patrones del resto del país”. El titular de Salud regional, expresó que “posiblemente se inicie un estudio sociológico, para determinar algunos patrones de conducta y poder abordar la problemática”. El profesional de la salud, expresó que “la problemática se debe abordar de diferentes lugares, como las áreas municipales, que deben brindar actividades que ayuden a las personas a encontrar espacios recreativos y de socialización”. Con relación a lo que se viene realizando desde las áreas de Salud regionales, Guillén destacó el incremento del personal especializado, aunque reconoció que “no está funcionando la línea telefónica de ayuda al suicida, pero vamos a tratar de darle una solución en breve”.
El suicidio es un tema de Salud Pública, y como tal, debe ser tratado con la mayor seriedad y responsabilidad, entendiendo que se trata de una problemática compleja, y que, de alguna manera, todos podemos afectar para bien, o para mal, a las personas que puedan estar vulnerables.
En general, el aumento de los suicidios tiene múltiples causas o factores que influyen, entre ellas, la violencia, el consumo de alcohol u otras sustancias, el aislamiento o soledad de las personas (propio de una época de individualismo), abusos en la infancia, depresión, malas relaciones afectivas, falta de comunicación, la presión por el bombardeo consumista, la frustración por metas inalcanzables (en general planteadas por un sistema exitista y competitivo), entre otras.
En ese sentido, desde los medios de comunicación es importante visibilizar la problemática, no atendiendo cada caso en particular, como si fuera una noticia cualquiera, y mucho menos, una noticia sensacionalista. Sino abordar el tema, de forma integral, concientizándonos que es un problema que puede afectar a cualquier persona (ya sea por su propia vulnerabilidad o por personas cercanas que pueden necesitar ayuda).
Desde esa perspectiva, señalada como la corrcta por los organismos de Salud nacionales e internacionales, El Cuco publica una serie de artículos relacionados con la problemática del suicidio. La información fue suministrada por el doctor Rodolfo Guillén, titular de Salud regional en Valle de Uco. Además, de los datos estadísticos y el abordaje profesional directo, el doctor Guillén aportó información elaborada por especialistas, y publicada por el Ministerio de Salud de la Nación.
EL SUICIDIO NUNCA ES UNA ELECCIÓN: asociación entre el suicidio y lo que publican los medios
Por su magnitud e impacto el suicidio constituye un importante problema de salud pública a nivel mundial. Al estar atravesado por la voluntad de la persona, y transgredir la integridad de la propia vida, los hechos de suicidio constituyen un fenómeno sumamente complejo, que tienen un aspecto privado y otro social. El aspecto privado alude al derecho a la intimidad y el respeto a la situación que vive el grupo familiar y de referencia. El aspecto social involucra a todas las instituciones de la comunidad, que deben acceder a información confiable para fortalecer las acciones de prevención y promoción de la salud, en especial para las poblaciones más afectadas y sensibles, como los adolescentes y los adultos mayores. Cuando se habla de suicidio, una reflexión clave es entenderlo en toda su complejidad. Y, además, tener en cuenta que el suicidio nunca es una elección, sino que debemos pensarlo como el producto de una restricción en las aspiraciones vitales de las personas. Una de las primeras asociaciones conocidas entre el suicidio y los medios de comunicación surgió de la novela de Goethe “Leiden des jungen Werther” (Las Penas del Joven Werther) publicada en 1774. En esta obra, el héroe se dispara luego de un amor infortunado, y poco después de su publicación, se informó acerca de muchos varones jóvenes que usaron el mismo método para cometer suicidio. Otros estudios del rol de los medios en el suicidio incluyen una revisión que se remonta al siglo pasado en los Estados Unidos. Otro caso famoso se relaciona con el libro “Final Exit” (Salida Final) escrito por Derek Humphry: después de su publicación, hubo un aumento en los suicidios en Nueva York, usando los métodos descritos. La publicación de “Suicide, mode d’emploi” (Suicido, modo de empleo) también condujo a un aumento en el número de suicidios. De acuerdo con Philips y su equipo, el grado de publicidad dado a la historia de un suicidio está directamente correlacionado con el número de suicidios posteriores. Además, los casos de suicidio involucrando celebridades tuvieron un impacto particularmente fuerte. Existe evidencia suficiente para sugerir que algunas formas de cobertura periodística y televisiva de los suicidios están asociadas con un aumento de estas conductas estadísticamente significativo. Si bien con frecuencia este tema es de interés periodístico y los medios de comunicación tienen derecho a informar al respecto, es importante tener en cuenta que la reproducción del hecho genera un impacto sensible.
(…) Diversos estudios realizados en el mundo -que fueron recopilados por el Departamento de Salud Mental y Toxicomanías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000- demostraron que en la prensa escrita, las historias altamente publicitadas parecen tener el mayor impacto en la población vulnerable. También la cobertura televisiva y la divulgación en internet influyen en el comportamiento suicida.
PREJUICIOS EN RELACIÓN AL SUICIDIO: reconocerlos nos permitirá ayudar a quienes están vulnerables
En relación al suicidio existen una serie de prejuicios instalados en la comunidad sobre los cuales es necesario trabajar y brindar información adecuada. Por ejemplo, se cree que la persona que se suicida desea morir. En verdad, lo que ocurre es que la persona que tiene ideas suicidas está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir si su vida continúa de la misma manera y desearía vivir si se produjeran cambios significativos en ella. Si se detecta oportunamente, esta ambivalencia se puede inclinar hacia el lado de la vida. Nadie nace con una tendencia hereditaria hacia el suicidio. Otros prejuicios comunes:
Prejuicio 1. El que dice o amenaza con que se va a matar, no lo hace. La mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida.
Prejuicio 2. El que se suicida está atravesando una depresión. Puede ocurrir durante un proceso depresivo o no.
Prejuicio 3. Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse incrementa el peligro. Hablar sobre suicidio reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo. La manera como los medios de comunicación informan acerca de casos de suicidio puede influir negativamente en otras conductas suicidas aquellos que se apartan de los patrones usuales. De hecho, es notorio que los casos presentados en la prensa sean mayormente atípicos y fuera de lo común, por lo cual representarlos como típicos, perpetúa aún más la información errónea sobre el suicidio. Como se indicó más arriba, diversos estudios realizados en el mundo -que fueron recopilados por el Departamento de Salud Mental y Toxicomanías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000- demostraron que en la prensa escrita, las historias altamente publicitadas parecen tener el mayor impacto en la población vulnerable. También la cobertura televisiva y la divulgación en internet influyen en el comportamiento suicida. 20 Recomendaciones para el tratamiento de temas de salud mental en los medios.
Prejuicio 4. El suicidio no se puede prevenir porque ocurre por impulso. Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de síntomas que de ser detectados a tiempo pueden ayudar a evitar el suicidio: aislamiento, persistencia de ideas negativas, desesperanza, llanto incontrolado, retraimiento de los sentimientos, inhibición de la agresividad (la cual ya no es dirigida hacia otras personas, reservándola para sí), súbitos cambios de conducta y existencia de fantasías suicidas son algunas de las señales de alarma.
Prejuicio 5. El que intenta el suicidio es un cobarde o un valiente. Las personas que intentan suicidarse no son cobardes ni valientes, sino personas que sufren. El suicidio no es un hecho delictivo.
Prejuicio 6. Los niños no se suicidan. Después que un niño adquiere el concepto de muerte puede cometer suicidio.
Prejuicio 7. La tendencia al suicidio es hereditaria. No es hereditaria. Lo que sí puede transmitirse por medio de la educación es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas.
Suicidio: señales y comportamiento de advertencia; medidas para ayudar a personas en riesgo
SEÑALES DE ADVERTENCIA DEL COMPORTAMIENTO SUICIDA
Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de síntomas que de ser detectados a tiempo pueden ayudar a evitar el suicidio: aislamiento, persistencia de ideas negativas, desesperanza, llanto incontrolado, retraimiento de los sentimientos, inhibición de la agresividad (la cual ya no es dirigida hacia otras personas, reservándola para sí), súbitos cambios de conducta y existencia de fantasías suicidas son algunas de las señales de alarma.
MEDIDAS SENCILLAS que permitan a la población saber qué hacer en caso de detectar a una persona con riesgo de suicidio:
- Preguntar siempre a la persona en situación de riesgo suicida si ha pensado en el suicidio.
- Si la respuesta es afirmativa, evitar el acceso a cualquier método que pueda dañarlo.
- Nunca dejarlo a solas mientras persistan las ideas suicidas.
- Avisar a otras personas significativas para el sujeto que contribuyan a evitar la ocurrencia de un acto suicida.
- Acercarlo a las fuentes de salud para recibir atención necesaria
CONDUCTAS SUICIDAS: GRUPOS DE RIESGO
- Las personas que están atravesando un proceso depresivo o una situación de crisis.
- Las personas que poseen ideas suicidas, que amenazan con realizarlo o que ya cometieron un intento suicida.
- Las personas que son familiares, amigos o allegados de una persona que se suicidó.
LÍNEAS DE AYUDA
Lista de servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda disponibles.
Ayuda al suicida:
0800 8000 135
011 5275 1135
Emergencias: 911
https://www.casbuenosaires.com.ar/ayuda
Hospital Regional Antonio Scaravelli (Tunuyán). Güemes 1441. tel. 02622 42-2324
Hospital Victorino Tagarelli (Eugenio Busto). Tel.: 02622 45-1166
Hospital Las Heras (Tupungato). Tel.: 02622 48-8293
Centros de Salud.
ADOLESCENTES: Una mención especial
Con la participación de profesionales debidamente calificados, decisión política y el compromiso de la comunidad, el suicidio se puede prevenir. Por ello, es importante difundir en la comunidad, a través de los distintos medios de comunicación, los factores protectores en relación a la calidad de vida de los adolescentes, en tanto población vulnerable frente a la temática del suicido.
Algunos de estos factores protectores pueden resumirse en:
- Poseer habilidades sociales que le permitan integrarse a los grupos propios de la adolescencia en la escuela y la comunidad de forma positiva.
- Poseer confianza en sí mismo, para lo cual debe ser tratado destacando sus éxitos, sacando experiencias positivas de los fracasos, no humillarlo ni crearle sentimientos de inseguridad.
- Tener habilidades para enfrentar situaciones de acuerdo a sus posibilidades, lo cual les evitará someterse a eventos y contingencias ambientales en las que probablemente fracasará, reservando las energías para abordar aquellas empresas en las que salga triunfador.
- Poseer y desarrollar una buena adaptabilidad, responsabilidad, persistencia, perseverancia, razonable calidad de ánimo y de los niveles de actividad.
- Aprender a perseverar cuando la ocasión lo requiera y a renunciar cuando sea necesario.
- Tener buena autoestima, autoimagen y suficiencia.
- Desarrollar inteligencia y habilidades para resolver problemas.
- Saber buscar ayuda en momentos de dificultades, acercándose a la madre, el padre, los abuelos, otros familiares, un buen amigo, los maestros, los referentes de la comunidad.
- Saber pedir consejos ante decisiones relevantes y saber elegir la persona más adecuada para brindarlos.
- Ser receptivo a las experiencias ajenas y sus soluciones, principalmente aquellas que han tenido exitoso desenvolvimiento.
- Tener apoyo de los familiares y referentes y sentir que se le ama, se le acepta y apoya.
- Evitar el consumo de sustancias adictivas (alcohol, drogas, tabaco, fármacos, etc.). Saber expresar a personas confiables aquellos pensamientos dolorosos, desagradables y muy molestos, incluyendo las ideas suicidas u otras, por muy descabelladas que pudieran parecer.
- A estos factores habría que añadir la capacidad para utilizar fuentes que brindan servicios de salud mental, como las consultas de consejería, de psicología o psiquiatría, las unidades de intervención en crisis, los servicios médicos de urgencia, los médicos de la familia, agencias de voluntarios en la prevención del suicidio, etc..
(Fuente: Ministerio de Salud de la Nación/ información suministrada por el doctor Rodolfo Guillén, titular de Salud en Vale de Uco)