por Abi Romo
El Jefe de Gabinete del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de la provincia, explicó a este medio cuáles son las razones por las que el Gobierno provincial se opone a la medida de la Nación en gravar un impuesto del 10% al vino tranquilo y del 17% al espumante con alícuotas crecientes a lo largo de tres años.
«Este incremento de la alícuota del impuesto interno del vino se dio en el contexto de una reforma tributaria que en general, tiene muy buenas noticias para la economía y las empresas. Ahora, en lo puntual que hace al incremento de las alícuotas del impuesto interno a algunos productos, sobre todo a bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas, en esa categoría entró el aumento al vino tranquilo y a los espumantes», explica Aciar.
En este sentido, el Jefe de Gabinete agregó: “Nosotros no estamos de acuerdo, primero porque se lo coloca dentro de un contexto donde se lo quiere castigar impositivamente por ser un producto “no saludable”, lo que no es así, ya que sabemos, por estudios, que el vino es una bebida saludable, siempre y cuando se beba con moderación, y además, se puede observar que el consumo de esta bebida esta muy asociado a la mesa de los argentinos y a la alimentación”.
“Nuestra primer batalla es decirle al señor Dujovne que nos saque de esta bolsa, porque no consideramos que eso esta bien ni que sea justo”.
Aciar dio un segundo argumento por el cual no acompañan la medida del Gobierno Nacional y tiene que ver con la alícuota del impuesto. Si bien el aumento se redujo de un 25% a un 10%, gracias a la presión del Gobierno Provincial, el Jefe de Gabinete declaró que continuarán en la línea de “mantener la alícuota en un 0%”.
Las razones de índole económicas de porqué mantener la alícuota en 0%
En primer lugar, se trata de una economía regional que maneja alrededor de 225 mil hectáreas de vid, las cuales se transforman en elaboración de vino y que abarca desde Salta hasta Río Negro, pero que la parte más importante se da en Mendoza y San Juan.
De esta manera, y según explica Alfredo Aciar, el aumento en el impuesto tiene dos efectos económicos:
El primero es que el producto (vino), va a tener un mayor precio en góndola, y esto, como en cualquier otro caso, llevará a un menor consumo, lo que se traduce, a futuro, en menor cantidad de hectáreas cultivadas y menos productores.
Por otro lado, el menor consumo también afecta en que se empiecen a aumentar, en el corto plazo, los excedentes vínicos, lo que llevará a que el precio que se paga por el precio de la uva a los productores, se reduzca significativamente.
Para finalizar, el funcionario agregó que por estos efectos es que “vamos a pedir a la Nación que esto siga como esta, porque el consumo de vino viene en caída hace bastante tiempo, por lo tanto, esto no haría más que meterle una mochila de plomo al sector vitivinícola”.