La Justicia hizo lugar al pedido de la defensa de la religiosa y confirmó la prisión preventiva. El cambio de escenario no será inmediato.
La monja japonesa Kumiko Kosaka -imputada por los episodios de abusos sexuales y corrupción de chicos sordos en el instituto Próvolo de Luján- aguardará el juicio cumpliendo prisión domiciliaria. Así lo dictaminó la Justicia hace minutos, tras hacer lugar al pedido de su abogado defensor Carlos Varela Álvarez.
De este modo, la religiosa no seguirá en la cárcel para mujeres de Agua de las Avispas donde permanece detenida desde mayo y -al igual que el sacerdote italiano, Nicola Corradi- cumplirá la prisión preventiva en un domicilio particular.
Sin embargo, este cambio de escenario no será inmediato, puesto que ahora el fiscal Gustavo Stroppiana deberáobservar y garantizar que se cumplan todos los requisitos establecidos por la ley para este régimen de detención.
Tanto la querella como el fiscal se habían opuesto oportunamente al pedido de la defensa de Kumiko, por lo que fue la jueza de Garantías Alejandra Alonso quien debió dirimió la situación. E hizo lugar al pedido de la monja.
Más allá de autorizar la domiciliaria, la jueza rechazó la apelación y las nulidades que habían sido planteadas por Varela Álvarez, por lo que confirmó la prisión preventiva.
Por la causa ya hay 15 imputados: 2 sacerdotes, 2 monjas, 3 ex administrativos, la ex representante legal, un jardinero, 4 ex directoras , una cocinera y una psicóloga. Mientras que Corradi y Kumiko cumplirán la preventiva en domicilios particulares, el otro cura -Horacio Corbacho-, los ex administrativos -Jorge Bordón, Armando Gómez y José Luis Ojeda- y la ex representante legal -Graciela Pascual- siguen tras las rejas.
Los otros imputados están en libertad.
Fuente: Los Andes