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Un proyecto tunuyanino es finalista del certamen nacional de turismo «Innovar para Viajar»

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Está entre los 22 mejores de un total de 1.000 propuestas que fueron presentadas en el país para mejorar los servicios y atraer turistas.

La propuestas surgidas en Mendoza para mejorar los servicios y atraer más turistas a la provincia fueron dos, una de Tunuyán y la otra de Junin. Y después de superar varias instancias de selección, están en la final del certamen Innovar para Viajar, que el Ministerio de Turismo de la Nación creó para financiar con hasta casi $450.000 –para el primer puesto– a los proyectos más originales.

Los que se presentaron y llegaron hasta esta última posibilidad de premiación son «Una reserva natural sin límites», surgida de un equipo de profesionales para desarrollarse en Tunuyán, y «El Futre», cuya mentora es Carolina Ferdaza, de Junín.

El 21 de setiembre se sabrá a quiénes, finalmente, el jurado eligió para recibir los premios.

La convocatoria abrió en octubre de 2016 y planteaba tres desafíos para las propuestas: más empleo, más extranjeros viajando por Argentina y más argentinos viajando por el país.

Para poder llegar a la final, tanto los mendocinos como el resto de los 20 mejores mentores tuvieron que sortear varias instancias que incluyeron, por ejemplo, el voto y los comentarios de los que accedieron a conocer de qué se trataba cada proyecto, publicados en la página oficial. Después fue un jurado el que decidió cuáles competirían en la final.

Los mendocinos buscarán concretar sus ideas más allá de los resultados obtenidos en el concurso.

Reserva natural inclusiva: un Manzano Histórico sin límites

«Una reserva natural sin límites» es el nombre de otro de los proyectos mendocinos que llegaron a la final, que surgió de un trabajo que viene realizándose desde hace años y que busca continuarse, obtengan el premio o no, para que el Manzano Histórico sea un destino accesible. Los mentores son Fernanda Arosteguy, Alfredo Muñoz y Mariela Farrando.

Que las personas con discapacidad no deben quedar fuera de la actividad turística porque el turismo accesible es un derecho y a la vez una oportunidad para todos, ya que no sólo beneficia a ciertos colectivos sino a todo el sector turístico, es uno de los fundamentos que plantearon al presentarse en la convocatoria de la Nación.

Entre otras acciones la propuesta apunta en lo concreto y creativo a que desde el centro de recepción al visitante ya se presente a este paraje de Tunuyán con el símbolo internacional de accesibilidad, con la leyenda Reserva Accesible. Esto implica estacionamiento diferenciado, entrega de sillas de ruedas para un recorrido más cómodos, MP6 con audio guía para todos los recorridos, audiovideos guías para los niños y entrega de mapas con los circuitos accesibles demarcados para el uso de silla de ruedas. Todos los museos y muestras tendrían rampas de acceso, y todos los anchos de puertas y servicios sanitarios permitirían el ingreso a personas con silla de ruedas. En los puntos estratégicos estarían colocados carteles en Braille en español y en inglés, entre otros avances.

Sin embargo, la idea busca impactar también en el tejido social de la comunidad, de los prestadores turísticos y habitantes del lugar mediante el asesoramiento, capacitación en atención a la diversidad como importante herramienta y fuente laboral.

«A diferencia de otros, en la propuesta de valor y en las acciones no nos hemos modificado. Lo que sí, gracias a un mentor, hemos ampliado el perfil del usuario. Más allá de las personas con limitaciones permanentes o temporarias, también ampliar la accesibilidad en términos de calidad, para todos en general. La accesibilidad y sustentabilidad basadas en la calidad», comentó Arosteguy, acerca de lo que sumaron.

Fuente: Diario Uno por Alejandra Adi