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Reclutan mendocinas por Facebook para prostituirlas sin dejar rastros

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Una investigación realizada por El Ciudadano, confirma algo que muchos sospechaban pero nadie se animaba confirmar: la prostitución ilegal y la trata de personas siguen vigentes en Mendoza.

Lejos de desaparecer, las personas dedicadas al negocio de cotizar una persona y luego quitarle la libertad para que cumpla trabajos sexuales, siguen trabajando como siempre, solo que ahora cambiaron los métodos en la selección del «personal».

Ahora, los delincuentes se renovaron y utilizan las redes sociales para ver, analizar y contactar con chicas, potenciales prostitutas.

En Mendoza descubrimos dos métodos de «contratación»: publicidad anónima en grupos de Facebook y seducción personalizada vía chat.

Grupos: publicidad anónima, apócrifa y engañosa

Tanto en círculos cerrados como públicos de Facebook dedicados a la búsqueda de trabajo en Mendoza, aparecieron ofertas creadas por personas que se esconden detrás de un perfil (nombre de usuario) falso en las cuales se ofrecen hasta $5.000 por noche de trabajo.

Carismáticos y a simple vista »buena gente» que solo quieren ayudar a las chicas que no tienen trabajo, estas personas ofrecen un nombre falso como vía de contacto para mensajería virtual (Messenger).

«Una vez que la víctima entra a la sala de chat es muy difícil que pueda darse cuenta que se trata de una estafa con posible final en la trata de personas. Es que los sujetos que están del otro lado, son expertos en el arte de la conversación cibernética y manipulan fácilmente a las personas desesperadas. Por eso es importante que los medios difundan lo que está pasando para alertar a la gente y así anticiparles la jugada a los proxenetas de internet» comentó Franco Ramírez, experto en acoso virtual y seguridad informática.

Lo cierto es que estos «fiolos» de Internet están directamente conectados con grupos de trata que operan hace muchos años, y que gracias a las políticas implementadas por los últimos gobiernos se han visto cercados en las contrataciones, pero ahora se esconden gracias a la impersonalidad que reina en Internet.

«Según denuncias policiales que surgen de chicas que se dieron cuenta a tiempo que las estaban estafando, estos tipos citan a las muchachas en lugares públicos y luego son trasladadas hasta una cueva fuera de la ciudad. Digo cueva, pero en realidad se trata de lugares muy acogedores donde reinan la limpieza y los buenos modales. Allí se le hace la oferta cara a cara y después del primer servicio, viene lo peor y la chica desaparece», comentó una importante fuente policial a este medio de comunicación.

Si salís linda en la foto de perfil, te pueden ofrecer $5.000 por ser “dama de compañía”

La otra forma que tienen de buscar gente los proxenetas de Facebook, es directamente a través del chat solo que, a diferencia de la técnica anterior, aquí el que inicia el primer contacto es el reclutador y no la interesada en trabajar.

La conversación comienza con un mensaje de messenger (inbox) que aparece en nuestro celular que bien podría ser: “Hola, ¿cómo estás? ¿Te gustaría trabajar de acompañante?”.

Por lo general, nadie responde a este tipo de preguntas. Por eso, aclaran: “Te podemos pagar hasta $5.000 la noche. La idea es que asistas a cenas con empresarios o personas importantes, de otras provincias o países, nadie conocido y superconfidencial”, obvio. “Normalmente asisten a eventos solos y, como son muy sociales, siempre buscan alguien que los acompañe, alguien que tenga buena presencia, nada más” (texto copiado de un mensaje real).

Después, te preguntan  la edad y por sus conocimientos en inglés u otro idioma.

Sin embargo, de acuerdo a declaraciones reales de victimas que «se dieron cuenta a tiempo» a las que accedió El Ciudadano, nada de lo que prometen es real y los peligros de ser secuestrada son muy altos.

La “seguridad” la “garantizan” dando la dirección de donde se debe ir. “vas como vos quieras; te puede llevar alguien y te puede esperar afuera”, referencian, pero nada de eso es seguro y muchas chicas terminaron siendo perseguidas por desconocidos.

Así funciona en Mendoza, y por lo que dicen los testigos funciona así en todo el país. En el mejor de los casos, dos personas acuerdan y esto es un “trabajo más”. ¿Y en el peor de los casos? Te secuestran.

Fuente: El Ciudadano