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El Hospital Scaravelli deberá pagar más de $1 millón por la muerte de un niño en el 2010

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Los médicos no supieron diagnosticarle la picadura de una araña por lo que el menor perdió la vida. En el primer fallo, la Justicia Civil ordenó que el Hospital de Tunuyán pague 500 mil pesos a los progenitores; hace algunos días, la Cámara avaló el mismo fallo pero duplicó el monto de indemnización. 

El Hospital Scaravelli, del departamento de Tunuyán, fue condenado por la muerte de un menor en el 2010. La Cámara de Apelaciones en lo Civil ratificó el fallo de primera instancia y ordenó duplicar el monto de indemnización que recibirán sus padres, el cual ahora supera el millón de pesos.

El caso ocurrió el 1 de enero del 2010. En ese momento comenzaron los primeros síntomas que le terminarían quitando la vida al menor. Cerca de la 1.30, el niño comenzó a sufrir fuertes dolores en su rodilla izquierda y fiebre, por lo que fue trasladado a ese efector público del Valle de Uco.

El médico de guardia le recetó un medicamento analgésico y antipirético y lo mandó de regreso a su casa. Sin embargo, los padecimientos continuaron durante la noche y a las 8 regresaron al nosocomio.

Otro médico decidió realizarle una placa radiográfica en la pierna izquierda y otra en la derecha. Mientras realizaban esos estudios, el menor comenzó a vomitar. El facultativo le indicó que debían ver al traumatólogo al día siguiente, por lo que les dijo que volvieran a su domicilio hasta entonces.

Veinticuatro horas después los progenitores volvieron al hospital con la misma preocupación: los dolores persistían. El galeno que los recibió no encontró lesiones óseas ni cutáneas, por lo que consideró que se trataba de un traumatismo indirecto de rodilla. Lo vendó, le colocó un yeso y lo mandó de regreso a su casa.

Casi como si se tratase de una pesadilla repetitiva, a las 16.30 la familia debió regresar al establecimiento ya que no sólo continuaban las dolencias sino que el menor había empezado a orinar de otro color.

La médica de guardia indicó que estaba deshidratado y que debía ser revisado por un nuevo traumatólogo. Este último no encontró lesiones pero le retiró los vendajes ya que la pierna del chico se estaba poniendo de color morado.

La profesional de la Salud realizó un examen de sangre, ante la insistencia de sus padres, y entonces detectaron una extraña anomalía. Es por eso que lo trasladaron al Hospital Notti. En ese establecimiento pediátrico quedó internado en terapia intensiva, aunque sufrió un paro cardiorrespiratorio que le terminó quitando la vida.

En la necropsia que realizó luego el Cuerpo Médico Forense (CMF) detectaron que el causante de la muerte había sido la picadura de una araña.

Los padres iniciaron una demanda contra el Hospital Scaravelli y uno de los médicos traumatólogos que lo atendió, reclamando 600 mil pesos por mala praxis.

En ese momento, el juez Ricardo Mirábile consideró que en “las pericias producidas los especialistas interpretan y demuestran que no se actuó en el caso tratado bajo las reglas del buen arte de saber y entender”. En el expediente civil, un perito incluso cuestionó el motivo por el cual le colocaron un yeso al menor si los estudios radiográficos eran concluyentes al descartar alguna lesión ósea.

“En conclusión vemos que el error del diagnóstico y la desidia de los profesionales para atender al menor, hijo de los actores, fue de tal magnitud que esto le ocasionó la muerte, ya que debió pasar muchas horas para que a alguien se le ocurriera realizar un análisis de sangre”, consideró el magistrado.

Ahora la Cámara de Apelaciones, con la firma de los jueces Alejandro Orbelli y Marina Isuani, volvió a condenar al hospital, aunque duplicó el monto de indemnización.