Será el viernes a las 9 de la mañana en la Cámara de Apelaciones de la Primer Circunscripción de la ciudad de Mendoza. Dicha audiencia se debe a un recurso de apelación presentado por la defensa de Sixto Cruz e Iber Mora, procesados por el homicidio agravado de Alejandra Janko.
Dicha defensa pidió el sobreseimiento del cuñado de Alejandra, Iber Mora, por considerar que no hay elemento de convicción suficiente para mantenerlo privado de la libertad y vincularlo al homicidio agravado.
En cuanto al marido, Sixto Cruz, a pesar de que reconoció haberle pegado (pero poco, según sus manifestaciones), pidieron el cambio de calificación a «homicidio preterintencional», es decir, que supuestamente no quiso matarla. Sin embargo, en el expediente surge claramente que Cruz tuvo un «dolo homicida».
La abogada de la familia Janko, Lorena Martín, declaró que «respecto del esposo, creo que no hay dudas de que lo vamos a mantener preso; respecto al cuñado, no tenemos tantos elementos de prueba, pero si la certeza por parte de la querella de que tuvo participación en el hecho por que tuvo un interés económico, sumado a que trato de desviar la investigación en el momento en que se la buscaba a Alejandra».
«No olvidemos que estuvo 11 días bajo el agua, no olvidemos que la golpearon y que fue sistemáticamente golpeada durante muchos años, fue una victima de violencia», finalizó Martín.
Caso Alejandra Janko
Alejandra Janko desapareció el sábado 10 de diciembre del 2016 por la mañana. Luego de estar once días desaparecida, la joven madre de tres niños fue encontrada sin vida en un pequeño arroyo de San Carlos. La autopsia reveló que la mujer había muerto de un fuerte golpe en la cabeza.
Cruz, su marido, fue llevado a declarar y confesó que el había terminado con la vida de la madre de sus hijos. De acuerdo con la declaración, ambos estaban discutiendo, y el hombre le propinó un golpe en la cabeza, lo cual coincidía con el informe forense.
De acuerdo a las manifestaciones del sujeto, el juez a cargo de la causa, Oscar Balmes, decidió imputar al marido de la víctima por homicidio agravado por femicidio. Lo mismo ocurrió con su medio hermano, Iber Mora, bajo la calificación de homicidio agravado, ya que fue cómplice en el crimen al ayudar a su familiar a deshacerse del cadáver.