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La víctima de un delito logró que frenaran un beneficio para su ladrón gracias a una audiencia pública

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Gustavo Elgueta (65) y su esposa fueron asaltados en 2008. Uno de los maleantes fue preso y ahora pidió libertad condicional.

Cuando me citaron a la audiencia pensé en no venir, quería dejar atrás lo tortuoso que fue el asalto, pero después pensé: ‘Si voy a vivir con miedo, mejor no vivo, me encierro en una habitación y me quedo esperando a que la inseguridad me aceche'», dice el médico legista Gustavo Elgueta (65) para explicar por qué decidió participar de la primera audiencia de Mendoza, donde se analizaba el otorgamiento de la libertad condicional a uno de los autores del violento asalto que él y su esposa sufrieron en 2008. Su opinión, con varios detalles de lo que sufrió aquel verano, incidieron para que el juez de Ejecución penal le negara al preso el beneficio que pedía.

El 29 de febrero de 2008, Gustavo y su esposa se trasladaban por el Acceso Este cuando a la altura de calle Las Margaritas, en Maipú, él decidió frenar por la urgencia de una necesidad fisiológica. Esos escasos minutos le bastaron a una banda de 3 maleantes para asaltar a la pareja, raptarla, llevarla hasta una zona detrás de una bodega y propinarle una tremenda y violenta paliza.

«Nos pegaron con dos armas que tenían y hasta percutieron un par de veces una de ellas para atemorizarnos más. Nos destrozaron el auto porque saltaban sobre el techo y el capot, y se llevaron mi computadora en donde tenía 14 años de profesión», recuerda el doctor, cuya esposa continúa en tratamiento psicológico por los efectos de aquel asalto.

Unos meses después de su denuncia, el médico legista supo que habían detenido a uno de los asaltantes por una huella digital que había dejado en el espejo retrovisor de su auto.

Ese detenido fue José Miguel Moyano, quien fue a juicio y por aquel asalto recibió una condena que lo recluyó en un penal mendocino.

Ese convicto fue quien había solicitado al juez de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento, el beneficio de la libertad condicional. Para conseguirla y por las modificaciones a la ley 8.465 que impulsó el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, a partir del 11 de mayo es obligatorio para el juez realizar una audiencia pública en la que se invita a la víctima a participar y a quien se le consulta su parecer sobre si otorgarle o no el beneficio a quien fue su agresor. El juez debe escuchar la opinión de la víctima y contemplarla a la hora de tomar una decisión.

La primera audiencia de Mendoza con la presencia de una víctima opinante se realizó el miércoles y el médico Gustavo Elgueta fue quien se animó a dar su opinión sobre la conducta del asaltante que lo atacó.

«Para opinar me saqué un poco la parte sentimental, lo analicé como médico que soy y le hablé al señor juez sobre la conducta del preso y del grupo», comenzó explicando Elgueta y amplió: «Hay quienes parecen corderos cuando están solos, pero actúan de una manera totalmente distinta cuando están en banda, en donde se incentivan los rasgos psicóticos. Acá los tres actuaron potenciando su carácter agresivo y no les importó que éramos personas. El detenido venía, me pegaba y luego saltaba sobre el techo del auto y el capot, e incluso, me clavó en la mano un cortaplumas que encontró en la guantera del auto. Los otros la golpeaban a mi esposa y escribían obscenidades en la luneta», repasa el médico jubilado y el sólo hecho de recordar aquellos momentos lo pone visiblemente nervioso.

Según su relato, el preso que pedía el beneficio lideró el asalto y se violentaba, y les gritaba a él y su esposa cuando les ordenaba que no lo miraran, tanto que cuando lo oyó hablar no pudo menos que recordar aquella voz que lo torturó durante varios minutos. Por todo eso, Elgueta se animó a opinar que no merece la libertad condicional.

«A mí me parece justo que nos citen y nos den participación, porque es hora de que nosotros empecemos a saber que tenemos el derecho y el deber de colaborar con la Justicia. A la confianza en la Justicia y la seguridad la tenemos que elaborar nosotros, las víctimas, colaborando, no encerrándonos», concluyó el médico.

Víctimas presentes

La nueva ley permite que las víctimas, familiares u organizaciones sociales puedan participar de la audiencia oral en la que se evalúan los beneficios a otorgar al convicto en la que están el juez de Ejecución Penal, los abogados de ambas partes y el fiscal.

Con voz y opinión

En esa audiencia el juez debe escuchar a la víctima y su opinión pesa a la hora de otorgarle o no algún beneficio, y se lo escucha respecto de los efectos de una posible salida.

Explicación

De otorgar el beneficio, el juez deberá explicar las razones a las víctimas.

«Me parece justo que nos citen y nos den participación, porque es hora de que las víctimas empecemos a saber que tenemos el derecho y el deber de colaborar con la Justicia. No me atemorizó venir a opinar sobre el beneficio, porque creo que si no nos involucramos en recuperar la seguridad, no vamos a poder salir a la calle nunca más» (Gustavo Elgueta, víctima)

Fuente: Diario Uno por Rosana Villegas