José Luis Álvarez, propuesto por Francisco Pérez para conducir el Departamento General de Irrigación, pasó ayer sin demasiadas complicaciones la audiencia pública a la que por ley se debía someter en su carrera por convertirse en superintendente del organismo del agua.
Durante poco más de tres horas Álvarez escuchó en el salón Ricardo Rojas de la Legislatura a unos 20 oradores que, en su mayoría, respaldaron su posible llegada a Irrigación, luego de que en la previa el funcionario recibiera más de 530 adhesiones y ninguna oposición a su nominación.
En líneas generales, el ministro de Agroindustria logró superar las preguntas del auditorio, conformado en su mayoría por regantes, inspectores de cauce y empleados de Irrigación, quienes más que nada se preocuparon por destacar su deseo de que Álvarez se convierta en superintendente. Incluso, algunos les pidieron el voto favorable a los senadores. “Es la persona adecuada para el momento adecuado de Irrigación”, lo defendió Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola.
Ahora su suerte se decidirá el 20 en la votación secreta que llevará adelante en el Senado. Si bien se especula con que tendrá más bolillas blancas que negras, aparecen algunas nubes amenazantes: la interna del PJ de estas últimas semanas podría complicarlo finalmente a Álvarez.
El ministro de Pérez prometió implementar los consejos de cauce, asumió el compromiso de mantener limpios los canales, de ocuparse del arbolado público y de tener en cuenta a las universidades durante su gestión.
Pero los tramos más incómodos para él se registraron cuando las preguntas (sobre todo de legisladores de la oposición) apuntaron a develar si los futuros encargados de las políticas del agua en Mendoza revisarán, desde el punto de vista administrativo, la actuación de Eduardo Frigerio, el ex superintendente que debió renunciar en medio de denuncias de corrupción. “Hasta que no lleguemos a Irrigación no podremos hablar del tema”, respondió el funcionario.
Tampoco fue preciso, a la hora de especificar qué cambios se establecerán a la Ley de Aguas. Álvarez volvió a dejar en la nebulosa el anuncio de Pérez de que se van a licitar pozos de agua subterránea. “Eso abre una ventana para que se pueda lucrar con el agua”, le espetó el radical Armando Camerucci.
“Es una idea. Queremos sacar de Irrigación las autorizaciones para las perforaciones y llevarlas a la Legislatura”, contestó Álvarez.
(Fuente: Diario Uno)