Argentina sigue manteniéndose entre los países con más inflación del mundo a pesar de los esfuerzos que lleva a cabo el gobierno de Mauricio Macri para combatirla.
De acuerdo con el informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO en inglés) dado a conocer este martes en Washington, Argentina este año crecerá 2,2% y la inflación se ubicará en 25,6%.
Cabe recordar que para el Banco Central el techo de la inflación para el año en curso se ubica en el 17%. El Fondo explica que la diferencia no es tanta ya que «el comparador relevante con la previsión de inflación del BCRA es nuestra estimación de fin de año, que pronosticamos que será del 21,6% a fines de 2017. Las estimaciones del BCRA también son para fin de año», explicó Raphael Anspach, vocero del FMI a este medio.
Aunque en la conferencia de prensa brindada ayer por la mañana en la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington, Ámbito Financiero preguntó:
¿EL Banco Central estimo 12-17% en tanto el Fondo proyecto una inflación para este año de 25,6%? ¿Cómo explica esta diferencia?
Oya Celasun, jefa de Estudios Económicos Globales del FMI: «Nuestro pronóstico de inflación para Argentina está entre 25 a 26%, solo un punto de diferencia con relación a nuestras anterior estimación de octubre (2016) de 23,2%, así que no es una estimación muy nueva. Respecto a la causas las razones por las cuales es más alta que el objetivo es cuán persistente es el proceso de inflación, la persistencia en la formación de salarios y solo una reducción gradual en la inercia (inflacionaria) y también la incidencia de la tarifas en los precios».
A nivel local este diagnóstico es refrendado por la mayoría de los economistas privados y explica que las proyecciones de inflación para este año ya superen el 20% no habiéndose culminado aún los ajustes por paritarias ni el aumento de tarifas como es el caso del agua.
Que el FMI advierta sobre la dificultad de cumplir con el objetivo habida cuenta el buen vínculo que hoy mantiene Argentina con el organismo no deja de ser una mala noticia para el gobierno que tiene como meta fundamental el bajar la inflación.
Seguramente este tema será uno de los motivos de conversación que mantendrá los ministros de Hacienda, Nicolás Dujvone y de Finanzas, Luis Caputo.
• Récord
La inflación en Argentina es la más alta de la región después de Venezuela (el Fondo estima la inflación venezolana del año en 720% y la proyecta en 2,068% para 2018) y una de las más altas del mundo. Tanto es así que el Fondo excluye expresamente a Argentina y Venezuela cuando calcula que los mercados emergentes y en desarrollo tendrían en 2017 una inflación de 4,7%, por encima del 4,4% del año pasado, en gran medida como consecuencia del encarecimiento de las materias primas.
En el mundo solo hay 12 países de un total de 188 que tiene una inflación de dos dígitos. Argentina ocupa el tercer lugar después de Angola (con 27%) y si estimamos que la suba de precios se ubique en 21,6 bajaríamos en el ranking al 5to. lugar detrás de Sudan (23,9%) y Egipto (22%) (ver cuadro). Donde ocupamos el segundo lugar es en la región detrás de Venezuela (ver cuadro).
Respecto al crecimiento tampoco son buenas las noticias ya que el organismo estima que en el 2017 el PBI llegaría a 2,2% tras contraerse el año pasado, «la actividad tiene visos de expandirse…gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones».
El tanto las discrepancias con las proyecciones oficiales continúan al indicar que el crecimiento llegaría a 2,2% en el año en curso a distancia del 3,5% previsto por las autoridades nacionales. El informe señala que tras contraerse el año pasado, «la actividad tiene visos de expandirse…gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones».
De esta manera, el FMI redujo por segunda vez consecutiva las previsiones de crecimiento para la Argentina: en octubre estimaba un aumento de 2,7% para el año en curso, en enero la previsión disminuyó a 2,4% y ahora volvió a recortarla en medio punto respecto de fines del año pasado, al prever un crecimiento de 2,2% para 2017.
Para el Fondo la Argentina seguiría siendo deficitaria en sus relaciones con el exterior ya que el saldo de la cuenta corriente, medida en términos del producto bruto interno, sería negativa en 2,9% en 2017 y en 3,4% en 2018. En cambio, y de la mano de la recuperación económica, el FMI espera una caída sostenida de la tasa de desempleo que bajaría de 8,5% para el año pasado a 7,4% en el presente y a 7,3% en 2018.
• Oportunidad
Entre los elementos positivos para el país, el informe señala a la Argentina como un reservorio de energías no convencionales. Al respecto apunta que se han identificado depósitos de petróleo de esquisto en varios otros países (por ejemplo, en Argentina, Australia, Canadá, China, México y Rusia).
El vecindario no resulta el más propicio para la economía argentina. El Fondo espera que América del Sur crezca sólo 0,6% en el año en curso, y 1,8% en 2018. Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, experimentaría, de cumplirse la proyección del FMI, un crecimiento mínimo de 0,2% en 2017 (tras haber sufrido una de las peores recesiones de su historia, con una caída de 3,6% en 2016) y tendría una modesta recuperación de 1,7% en 2018.
Otro de los países importantes para la Argentina, por su participación en la demanda de materias primas, es China. En este caso, el Fondo mejoró marginalmente a favor las proyecciones de crecimiento para el gigante asiático. Si bien continuaría desacelerándose la expansión de la economía china, las tasas siguen siendo respetables, a razón de 6,6% para 2017 y 6,2% para 2018. En todo caso, la Argentina tendría que mirar con mayor atención a otro de los grandes países emergentes: la India que ha pasado a ser una de las economías más dinámicas del mundo con crecimientos esperados de 7,2% para 2017 y 7,7% para 2018.
Fuente: Ámbito