Más de cien jinetes, encabezados por el intendente de Tunuyán, llegaron hasta el nacimiento del arroyo Grande. Allí se descubrió una placa y un monumento, como símbolo del resguardo del agua. La propuesta partió desde la comuna tunuyanina con la intención de festejar la ampliación del área natural que resguarda el patrimonio natural e histórico de la región montañosa del Valle de Uco.
Gauchos, reinas, vaqueanos, funcionarios y periodistas, acompañados por personal de Gendarmería, Ejército y Policía, integraron la numerosa tropa que después de hacer noche en el refugio Scaravelli, trepó hasta Yaretas y protagonizó un acto cargado de emoción en el que, la defensa del agua pura fue la esencia.
La comitiva que fue encabezada por Martín Aveiro y varios funcionarios municipales, partió desde El Manzano el sábado a media mañana. Después de un par de horas de cabalgata, hizo parada en Portinari, donde animales y jinetes tuvieron un breve descanso. Siguiendo el destino trazado, el grupo continuó la marcha. El calor y el sol quemante pronto fueron reemplazados por una llovizna que al llegar al refugio Scaravelli se transformó en una lluvia fuerte y fría. Tanto personal municipal como de Gendarmería rápidamente armaron carpas e instalaciones y el atardecer llegó al resguardo, saboreando una buena carne a la olla, y regada con vino tinto y guitarreros y cantores.
Después de pasar una noche en la que el viento y la lluvia confundieron sus sonidos con los arroyos, un sol brillante acompañó la cabalgata en los kilómetros que restaban para llegar hasta Yaretas, el punto en el que esperaba la bandera del Ejército de Los Andes junto al pabellón nacional para flamear justo en el nacimiento del Arroyo Grande.
El descubrimiento de una placa, que destaca el bicentenario de la creación de la Bandera, y de la obra del artista Kisy Pintos, fue el centro del acto breve y emotivo. Aveiro recordó la importancia de la ampliación de la reserva del Manzano, lo que protegerá la zona de posibles explotaciones mineras, dejando al resguardo no solo el patrimonio natural, sino también el histórico y cultural.
También el funcionario explicó, que el lugar elegido respondió a marcar el nacimiento de uno de los acuíferos más importantes de la región, el arroyo Grande, que ahora brota entre las piedras, junto a la placa recordatoria y el mástil. Nuevas tonadas y cuecas adornaron una mañana en medio de la montaña, en el que más de uno se emocionó hasta las lágrimas. Después, un asado espectacular en Portinari marcó la hora de regreso. El largo trayecto culminó donde había partido: en el Manzano Histórico. La empresa de hombres y bestias, había cumplido su cometido, festejar el resguardo del agua y el logro de un pueblo.
Un comentario
Hablaré con el jardín,
hablaré con el que se fue
todos quieren mi montaña
todos quieren mi montaña
De la mitad de las sombras
la mitad partida es siempre
solo quedan las alturas
solo quedan las alturas
Trepen a los techos,
ya llega la aurora
trepen a los techos,
ya llega la aurora
Andaré por el corral
donde no hay cautivos ya
pagarán por mi montaña
pagarán por mi montaña
comeré lo que comer
dormiré y me afeitaré
la montaña es la montaña
la montaña es la montaña
trepen a los techos
ya llega la aurora
trepen a los techos
ya llega la aurora.
LUIS ALBERTO SPINETTA
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